La sociedad vasca ha mandado un claro mensaje a su gobierno. El 20 de marzo se inició la recogida de firmas para presentar una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para prohibir laexploración y explotación de hidrocarburos no convencionales en la Comunidad Autónoma.
Esta ILP ha sido organizada por las plataformas Fracking Ez, a las que Greenpeace apoya y en la que participan muchos de sus voluntarios. Para que pueda ser presentada en el Parlamento Vasco se necesitaban un mínimo de 30.000 firmas. No han hecho falta más que 4 meses para lograr este objetivo de apoyos, lo que deja bien claro el rechazo frontal de la ciudadanía vasca a esta técnica. Ahora queda en el tejado del Gobierno Vasco escuchar a una sociedadque le está diciendo alto y claro que no quiere fracking en su territorio.
Desde el inicio de la campaña y con el objetivo de llamar la atención sobre este problema que se nos vienen encima, se han realizado distintas actividades como subidas a montañas, bicicletadas y hasta festivales de música para difundir el rechazo a la fractura hidráulica. Ayer, 31 de julio, se celebró la tercera subida al monte Gorbeia y la primera al Urbia en contra del fracking.
Euskadi es la perla negra para la industria del fracking y donde tienen puestas más expectativas. En esta tierra se encuentra el proyecto 'Gran Enara' formado por 5 concesiones que ocupan la mayoría de Álava/Araba y zonas de Bizkaia, Gipuzkoa, Cantabria, Burgos y Navarra/Nafarroa. El verano pasado se hicieron las pruebas sísmicas en la concesión de Saia que ocupa parte de Bizkaia y Araba y el Parque Natural de Gorbeia. También se espera que pronto se hagan las pruebas sísmicas en la concesión de Géminis que ocupa la costa de Bizkaia y la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.
Por otra parte, los recursos del Gobierno central en el Tribunal Constitucional para anular las leyes de Cantabria, La Rioja y Navarra no han afectado a la campaña de la ILP. Las plataformas siguen trabajando al 100% para trasladar esa presión social al Gobierno Vasco e informar a la ciudadanía, ya que la mayoría de los permisos que cubren Euskadi están solicitados por la empresa pública SHESA (Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi S.A.), por lo tanto el Gobierno Vasco podría cancelar los proyectos si así lo quisiera.
Además, la ILP también ha servido para que en Gipuzkoa aparezcan las primeras plataformasFracking Ez y se conozca cada vez más en este territorio una técnica que nos amenaza a todos y que está ya llamando a nuestras puertas.
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