lunes, 21 de julio de 2014

! Arbitr@s ! JUDIT ROMANO ES LA ÚNICA MUJER ÁRBITRO ASISTENTE DE LA CATEGORÍA !

 Redacción :Tomas Jimenez

Doctora en Segunda división.









Llegó al mundo del arbitraje de casualidad y, tras trece temporadas en él, ha conseguido ascender a Segunda. La notificación de que era árbitro asistente de la Liga Adelante le llegó estando en el quirófano: "Estábamos operando y un compañero me lo dijo", recuerda Judit, antes de asegurar: "Estoy supercontenta y no me creo que me este pasando esto tan bonito a mí".
La colegiado asturiana explica por qué llegó al arbitraje: "Me gusta mucho el fútbol y quería llegar a la raíz de él. Por ello, me apunté a hacer el cursillo arbitral, para saber las leyes y poder opinar con total conocimiento. Y al final, me enganché y hasta ahora".

Judit, a sus 18 años, alternaba sus clases de árbitro en el Comité Navarro con la Facultad de Medicina en Pamplona. "Y tenía tiempo para ambas cosas y para salir con mis amigos, ir al cine, de cena, de compras...". La organización es clave.
                           "Me enteré del ascenso a Segunda en el quirófano"

Tras terminar Medicina y su especialidad, anestesista, Judit regresó a Asturias para trabajar en el Hospital Central, donde sus compañeros la ayudan: "Si no fuera por ellos, sería imposible haber llegado hasta Segunda. Ellos me cambian las guardias para que pueda pitar, me cubren siempre y, encima, me apoyan y animan. Son unos cielazos". Ellos, junto a José Manuel Suárez -presidente del colegio asturiano- y a Marisa Villa -primera árbitro en llegar a Segunda- han sido clave en su trayectoria. "Todo se lo debo a ellos. Su apoyo siempre es total".

La vida de Judit no es sencilla, aunque le da tiempo para hacer de todo: "Con organización, esfuerzo e ilusión se llega a todos los lados. Yo, después de una guardía de 24 horas en el hospital me voy a entrenar. Después como, mini-siesta y toda la tarde libre para estar con los míos".

Tiene muchas esperanzas puestas en su nueva categoría: "Siempre intento hacer las cosas bien. Me gusta disfrutar con mi trabajo y que nadie tenga ninguna queja de él. Ni siquiera yo misma. Soy muy exigente y estricta conmigo y con todo lo que hago".
Lleva trece años dirigiendo partidos en todas las categorías y en todos los campos, y nunca ha tenido que compaginar su faceta arbitral con la de médico: "Jamás pasó nada en el campo o en la grada para que se necesitara mi ayuda médica. Pero si surge la situación, ayudaré. No dudaré ni un segundo en dejar el banderín para ayudar a la persona".

                                                    Superó un cáncer

Tenía 14 años cuando a Judit le diagnosticaron un linfoma. Afrontó la enfermedad y desde el inicio tuvo claro que ella iba a poder con el cáncer: "Me operaron, me dieron quimioterapia, de la dura, de la que te deja K.O., la de vomitar, la de caerse el pelo... pero yo seguí con mi vida. Con una gorra iba a clase y en casa estudiaba para no perder el curso. Al final lo superé. Luché para vivir y aquí estoy".
No sabe muy bien si esta etapa de su vida le influyó a la hora de estudiar medicina.

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