Según declaró Juan Carlos Farra, portavoz de los centros de buceo, en una entrevista, la Consejería de Agricultura y Agua no ha tenido en cuenta la opinión de los centros de buceo de la zona. A pesar de haber presentado propuestas tras leer el borrador.
Investigadores de la Universidad de Murcia declararon, hace unos meses, la necesidad de aumentar la protección de la reserva marina y regular el buceo en la misma ya que el ecosistema marino y su biodiversidad se estaba viendo afectada a causa de su popularidad como paraíso submarino. Los centros de buceo de la zona se mostraban de acuerdo en proteger la zona que, al fin y al cabo, es su fuente de trabajo, pero tras la publicación de la orden de 4 de junio de 2014, mostraron su indignación ya que la regulación supone una disminución importante de las tasas diarias de buceo y por lo tanto, también una pérdida de empleos.
Según calculos realizados por los centros de inmmersión, la aplicación de la nueva orden supone la pérdida de 300 puestos de trabajo entre trabajos directos e indirectos.
La Manga del Mar Menor vive gran parte del año gracias al turismo de buceo y esta nueva regulación, que podéis ver adjunta a esta noticia, supone una pérdida importante de trabajo para la región, por lo que los perjudicados van a recurrir la orden ante los juzgados.
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