viernes, 28 de marzo de 2014

Nuevos biosensores detectarán la contaminación del medio marino

Investigadores de diferentes organizaciones están desarrollando el proyecto


Investigadores del Instituto de Ciencias del Mar participan en el proyecto europeo Mariabox ("MARINE environmental in situ Assessment and monitoring tool BOX"), dentro del VII Programa Marco de la Unión Europea, en el marco del programa Ocean 2013. El objetivo es desarrollar e implementar sensores automáticos de análisis de contaminantes y toxinas algales del medio marino.Los dispositivos de control de análisis desarrollados se instalarán en boyas en varios lugares costeros europeos para tener datos in situ en tiempo real y a un bajo coste.  

"Actualmente, para el seguimiento de la calidad de las aguas marinas, se toman muestras de agua de forma rutinaria y se envían a laboratorios para su posterior análisis, cuyos resultados se obtienen en el transcurso de varios días"
. Pero, tal como explica Esther Garcés, coordinadora del grupo participante del ICM-CSIC , "hay una necesidad urgente de mejorar el seguimiento de la contaminación de las aguas in situ con sistemas de observación continuas. Y esta información debe ser proporcionada rápidamente".  


Es por ello que se necesita disponer de metodologías analíticas rápidas que den datos de esta contaminación. Como los sensores disponibles en el mercado tienden a ser demasiado grandes y costosos para su uso generalizado, en el marco del proyecto MARIABOX se desarrollarán nuevos sensores miniaturizados que tomen muestras de forma periódica y realicen los análisis en tiempo real. Esto reducirá el coste de adquisición de datos, prioridad clave para la aplicación de legislaciones como la Directiva Marco del Agua y la más reciente de Estrategia Marina.

El proyecto está liderado por el CNE Research and Innovation Center de Chipre, y participan siete grupos de investigación y seis empresas de seis países europeos (Chipre, España, Irlanda, Reino Unido, Italia y Noruega), y cuenta con un presupuesto total de 5,1 millones de euros.  

Los sensores de MARIABOX serán dispositivos portátiles que se podrán adaptar a "laboratorios flotantes" como boyas, plataformas o barcos. En los próximos 4 años se trabajará en el desarrollo y la validación de los sensores del dispositivo que, además de los parámetros fisicoquímicos de rutina, podrá detectar cinco contaminantes antrópicos (naftalenos, varios tipos de dioxinas y pesticidas) y cuatro categorías de toxinas producidas por algas de mar y de agua dulce, que pueden afectar el medio ambiente y la salud humana (saxitoxina y derivados, microcistinas y derivados, azaspiracid y ácido domoico).  

El dispositivo será totalmente autónomo. Contará con una fuente de energía, reactivos necesarios para el análisis, sistema para la adquisición de datos del sensor y el software y la tecnología esencial para la transmisión de datos, una plataforma web y una aplicación de móvil. Estos dispositivos podrán realizar análisis simultáneos en las áreas costeras seleccionadas, especialmente en zonas de producción de acuicultura.

El equipo de Procesos Biológicos Litorales liderado por Esther Garcés, participará con un caso piloto realizando la validación de los sensores. El lugar donde se pondrán a prueba es la Bahía de los Alfaques, un lugar adecuado, según explica la investigadora, porque en él se desarrolla mucha actividad de producción de acuicultura. Ya hay, de hecho, un seguimiento de la calidad de las aguas y, aunque los controlse son semanales, permitirá tener una referencia con la que contrastar los resultados que den los sensores. Con estos últimos se tendrá un sistema que permitirá hacer análisis en continuo, con una frecuencia tan alta que prácticamente se podrá hablar de tiempo real.  

En el proyecto también participa el Centro de Investigación e Innovación de Cataluña (CRIC), que desarrollará el sistema de comunicación terrestre y de satélite, y la empresa Acorde Technologies, de Santander, desarrollará la plataforma web.

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