El campo vive una guerra silenciosa,

El campo vive una guerra silenciosa, de la que nadie habla. Se suicidan campesinos; se vacían cercados de cultivos y se llenan de tabaibas. Falta seguridad, a pesar de los tres ejércitos, pero éstos son los atacantes, son el miedoambientesepronilcabildicio, que “asesina”, secuestra, “viola”, extorsiona, y es el mayor y más grave problema, del campo y del campesinado. Ya puedes estar lo más tranquilo y distraído de mundo que los tres en uno, te irrumpen y consuman la agresión: te multan, y se van; pero vuelven y vuelven..., te agreden psicológicamente, te golpean  en tu moral, te atan de pies y manos, y no te dejan hacer nada. Te roban. No hay sensibilidad alguna con las víctimas (toda persona que haga algo en el campo, ya sea agricultor o ganadero, es objeto de sanción). Ya, el paso de los tres en uno, es algo tan rutinario y normal, que ya casi doblan la población campesina que va a menos y ellos a más. 

No hay estadísticas de los suicidios, pero se estiman en un número grande y creciente, por tanta presión y persecución. Calla el campesino multado, por vergüenza y por miedo, de lo que se aprovechan los tres en uno. El campesino desaparece en el campo; el campo se vacía. Los medios de comunicación callan esta realidad. Violencia que ejercen los tres citados y que actúan cual si solo fueran uno, que en lugar de defender al campesino, tratan de eliminarlo y desaparecerlo, impidiéndole hagan nada o algo en su medio que es el campo, donde vive y antes trabajaba. Reina por tanto en el campo, el miedo y la inseguridad. Salen a atracar al despistado campesino que ignora que lo que hace está prohibido y castigado con altísima multa, y que lo están vigilando, pues están controlando sus salidas y sus entradas. Se trata, de una violencia atroz e inhumana. Crece la pobreza y raya la pauperricidad. El CAMMPO SUFRE LA PEOR DESESTRUCTURACIÓN JAMÁS CONOCIDA ANTES EN SU HISTORIA, Y VA  AMÁS. Los citados, juegan a la corrupción más sucia y asquerosa. Las autoridades hacen oídos sordos y ojos ciegos al problema; viven, como si no existiera. Un gobierno doble, que reprime el campo, con todos su ajuntasymientos, con mano muy dura, que reprime y solo aumenta la presencia del cabildosepronilmiedoambientalista  en el campo, y logra que éste, viva inseguro y con mucha –demasiada- violencia. En el campo, ya, se acabó la esperanza. Y, detrás de cada campesino, están sufriendo varios centenares de personas, que son: sus esposas, hijos, hermanos, primos, amigos, etc.

El Padre Báez.