lunes, 19 de agosto de 2013

Francia quiere resetearse

Los que hoy gobiernan Francia creen que el último decenio ha sido negro para el país, que París tiene que reinventarse, modernizarse, sacarle más partido a las nuevas tecnologías y definir cómo quiere ser en el futuro. Saben que Francia está perdiendo poder en el mundo y quieren reconducir la nave. En el ejercicio de autocrítica participan hoy todos los ministros, el jefe de Gobierno y el de Estado.
François Hollande preside este lunes un seminario titulado Francia dentro de 10 años, al que asistirá el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, y el equipo de ministros. El presidente francés ha disfrutado de pocas vacaciones. Se marchó a principios de la semana pasada y tuvo que volver a París el miércoles para reunirse con el embajador egipcio.
Hoy retoma su agenda, aún a un ritmo de agosto, pero con un reto importante: diseñar los contornos de la Francia del futuro. El Gobierno mira a largo plazo: 2025. Según el Elíseo, el objetivo es "pasar página a una década negra". "Comprometernos con transformaciones profundas para darle un nuevo aire a este país".
Esta especie de curso de verano comenzará con una exposición de François Hollande. Después los ministros escucharán las propuestas de Jean Pisani-Ferry, comisario general de la Estrategia, y Anne Lauvergeron, al frente de la comisión de Innovación 2030.

Ministros con los deberes hechos

De momento es solo un esbozo, una lluvia de ideas. Se trata de abrir el debate, plantear cuál es el papel que quiere tener Francia en un mundo cambiante, plantear los problemas y las posibles soluciones. A finales de año Pisan-Ferry presentará un informe con las conclusiones y "propuestas extremamente concretas".
Algunos ministros ya han hecho los deberes. 'Le Point' ha publicado las propuestas de cinco de ellos. Todos aluden a las nuevas tecnologías como instrumento clave para el cambio. Pierre Moscovici, titular de Economía, cree por ejemplo que es factible alcanzar el objetivo de pleno empleo de aquí a 2025.
Arnaud Montebourg, responsable de Producción, vaticina que Francia vivirá una "tercera revolución industrial". Cree que en 2025 París será "una potencia industrial mayor", que el sector representará el 20% del Producto Interior Bruto y que muchas empresas que se marcharon fuera a producir habrán vuelto a suelo galo.
Para Cécile Duflot, ministra de Vivienda, dentro de diez años Francia contará con seis millones más de pisos sociales. "Será raro encontrar viviendas vacías y la búsqueda de una casa será una etapa agradable de la vida", apostilla la ministra.

¿Exceso de optimismo?

Más autocrítico y menos autocomplaciente, Manuel Valls, titular de Interior, cree que la red de prefecturas de policía está anticuada y "debe evolucionar". Por eso quiere integrar la innovación en las comisarías, para aumentar su eficacia y para que los agentes estén más cerca de los ciudadanos. Diseñar un modelo de Fuerzas del Orden 3.0.
Su compañera Christiane Taubira, responsable de Justicia, espera simplificar los procesos judiciales y eliminar la sobrepoblación carcelaria que ahora padece Francia gracias a la reforma penal que planea. Precisamente esta semana Valls y Taubira ha tenido roces por sus divergencias ante la reforma que diseña esta última.
Los expertos coinciden en el exceso de optimismo mostrado por el equipo gubernamental. Hoy la industria francesa está en declive, hay casi cuatro millones de personas que viven en condiciones de hacinamiento o sin techo, las cárceles están atestadas y el paro no deja de aumentar y ya alcanzar el 10%.

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