domingo, 18 de agosto de 2013

ÉSTE ES TU CELEBRO DESPUÉS DE DARTE UN PASEO




Desde hace algunos años los científicos tienen muy claro el beneficio que supone el ejercicio físicopara las funciones cerebrales. Una persona que se mantiene activa y lleva una dieta sana retrasará el deterioro cognitivo y evitará enfermedades como el alzhéimer. Pero, ¿cuáles son los efectos directos de darse un paseo o una carrera cuando uno está estudiando, por ejemplo?

En el blog Explore publicaban hace unas horas una curiosa imagen en la que se muestra la actividad cerebral de un grupo de estudiantes en reposo y después de caminar 20 minutos. La imagen pertenece a un estudio de Chuck Hillman, de la Universidad de Illinois, en el que sometieron a 20 chicos y chicas de alrededor de 10 años a un curioso experimento: primero les hicieron un test en reposo y midieron su señal cerebral y después les sometieron a un ejercicio que consistía en andar rápido en una cinta de correr, a un 60% de su máxima capacidad. Una vez que hicieron el ejercicio físico, volvieron a someterles a una serie de preguntas y a medir la actividad de su cerebro (ver PDF).
"Lo que vimos", nos explica Hillman por correo electrónico, "es que después de un ejercicio moderado de 20 minutos, las funciones cognitivas y el rendimiento académico mejoraron. Es decir, hubo un aumento en la capacidad de atención, en la velocidad de procesamiento y en los resultados del test". Aunque en Explore se da a entender que la imagen es una resonancia magnética funcional (fMRI) que mide la afluencia de sangre en distintas partes del cerebro, en realidad se trata de un encefalograma (EEG) que mide la actividad eléctrica fijándose en una señal (P3) que muestra los niveles de atención. "Cuanto más grande es la señal de P3", asegura Hillman, "mayor es la cantidad de atención, que es un reflejo de la actividad cognitiva". El hecho de que la imagen esté coloreada -la usa él en sus presentaciones- puede haber ayudado a confundirla con una resonancia fMRI.
Esta misma activación del cerebro, indica Hillman, se ha visto con sujetos de más edad a los que se sometió a pequeñas pruebas de ejercicio físico y mejoraron los niveles de atención (ver PDF). En sus trabajos apunta que un poco de ejercicio es beneficioso para el rendimiento académico. Así que toma nota y la próxima vez que tengas un examen y lleves varias horas sentado delante del libro, prueba a darte una vuelta para volver a intentarlo.

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