AUTOR : JAVIER LEDO
En la entrada del 23 de noviembre de 2011 podrán uds. leer la siguiente frase:
“Se impone antes de nada felicitar a los ganadores y desear, tal como he reiterado en diversas ocasiones, que Rajoy sea el presidente de todos, porque en este momento se necesita el esfuerzo de todos nosotros para encaminar la salida de la crisis.”
Hoy, año y medio después, es triste comprobar como Rajoy y sus correligionarios han “pisoteado”la confianza que sus votantes habían depositado en ellos.
Comenzaron con el incumplimiento sistemático de su programa electoral, ellos son así de cínicos.
Siguieron con un claro escoramiento hacia la derecha, bueno hacia la ultra derecha.
Y producto de este giro han comenzado a producir leyes que nacen obsoletas, leyes revanchistas y que nos retrotraen a tiempos “de grises”.
La ley del aborto y la ley de educación son la punta de lanza de una política arcaica, más al servicio del espíritu santo que de los ciudadanos de este país.
Los recortes, disfrazados de “reformas” han sumido al país en una recesión sin precedentes.
La destrucción del tejido empresarial y el consecuente aumento desproporcionado del paro son otros de los “logros” de Rajoy, y para ello nada mejor que la reforma laboral.
Con este panorama el propio Aznar sale a la palestra y se manifiesta contrario a las políticas de su “enchufado”.
Hasta aquí no hemos mas que nombrado algunas de las proezas de estos que decían que iban a crear puestos de trabajo en dos patadas, hablando en plata.
También podríamos hablar de la desvergüenza del caso “Bárcenas” y los ríos de dinero que corren en todas direcciones.
Así las cosas ¿como confiar en un presidente que ha tirado la toalla públicamente, al menos hasta 2016?
Si ha admitido que no hay nada que se pueda hacer y que estamos “al pairo” de las veleidades de Angela Merkel ¿para que mantenerse en el cargo?
¿Acaso no sería más honrado adelantar las elecciones y que aparezca alguien que al menos se atreva a dar una rueda de prensa?
Pero claro que hablar de “honradez” a estos tipos es una pérdida de tiempo.
Han ocurrido muchas cosas en estos dieciocho meses y “todas” ellas me llevan a ver cuan equivocado estaba aquel 23 de noviembre de 2011.
Hoy ya está claro para todos, incluso para sus votantes, que esta gente nos ha engañado y no son los chicos a la “izquierda” de Aznar.
Estos no son más que los “mandados” de los próximos amos de Europa, los alemanes.
Esta guerra financiera que está librando Alemania nos ha pillado con un Presidente débil y pusilánime al frente y la factura que vamos a pagar será nuestra propia libertad.
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