AUTORA . MARISOL AYALA
Honorio Pulido, uno de los más prestigiados constructores canarios, ve negro el futuro de los artesanos de instrumentos musicales”
Un timple suyo vale 500 euros tras un mes de trabajo y con eso “no sacamos ni para comer; esto no deja nada. No vale la pena”
“No me extrañaría nada que los timples los acaben construyendo y vendiendo los chinos, se lo digo yo. No se ría… ¿quién paga hoy 500 euros por un timple por muy bien hecho que esté?, ¡nadie…!. Yo mismo ya solo hago dos o tres al año y por encargo porque es que la gente se va a una tienda y compra uno de cuatro tablas por 60 euros y tan contentos…”. Por eso, dice, “no entiendo “por qué el gobierno canario no crea una cátedra del timple, que nuestro instrumento se estudie en las universidades canarias”.
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