Cada año por estas fechas nos llegan los buenos deseos de una feliz Navidad, pueden ser
de amigos, familia o simplemente conocidos, a todos y cada uno de ellos se lo agradezco
de corazón ya que cada persona lo hace con buena intención.
También cada año leo y escucho los comentarios de aquellas personas que, como si de un
Pepito grillo se tratara, nos hacen sentir culpables de nuestra felicidad en éstas fiestas.
La gran mayoría nos hablan de las familias y niños que no tienen para comer, de las
guerras cruentas que se están llevando a cabo en diferentes países, otros argumentan que
compramos desaforadamente por que nos dejamos llevar del bombardeo que nos llega de
las emisoras de televisión sin olvidar al más trágico que desea permanecer dormido hasta
el uno de enero.
Tenemos también a aquellas personas que no pueden ser felices porque le falta un ser
querido.
Con todo respeto les diré lo que siento. Se que hay muchas personas que lo pasan mal por
la poca paz que tienen es su país, no me olvido de aquellos otros cuya economía es
bastante escasa. Particularmente recuerdo a éstas personas cada día, no solo cuando llega
la Navidad, tampoco me dejo influenciar por todo lo que aparece en televisión pues si así
fuera no tendría donde guardar tantos perfumes.
En cuanto a los seres queridos que ya partieron los recuerdo cada día del año y, en estas
fiestas, honro su recuerdo como ellos hicieron con los suyos que también se fueron.
Pienso que porque yo deje de comer un polvorón un niño no tendrá más comida y tampoco
será más feliz pues, desgraciadamente, esto no funciona así.
Por favor no pongamos excusas para ser felices nosotros y hacer que los que nos rodean
también lo sean.
Feliz año nuevo para todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario