En la noche de San Juan se confluyen varias tradiciones que
junto a las leyendas forman una de las tradiciones más
conocidas y que todo el que puede no deja de pasar por alto.
Si usted no se da tres margullos en las aguas de la playa, la
mala suerte le seguirá allá donde vaya, tampoco debe olvidar
saltar nueve olas para que la vida lo trate mejor que a un rey.
Pero no podemos olvidar una de estas tradiciones tan populares
como es la de encender una hoguera, cuanto más grande mejor.
La simbología de este fuego es quemar los malos recuerdos
que nos ha ido dejando el día a día a lo largo del año.
Particularmente, en esa hoguera, quemaría: el odio, el rencor, la
envidia, los malos tratos a las personas, sobre todo a los niños.
Sin embargo aprovecharía esas llamaradas no para destruir si
no para pedir más comprensión entre los humanos, más amor
que nos haga más humanos, más respeto hacia aquellas
personas que no piensan como nosotros.
En fin pediría un mundo mejor donde todos podamos ser
felices.
MARÍA ALMENARA
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