No voy a contarles lo que todos sabemos ni la cantidad de personas que luchan día a día por tener un trabajo y sobre todo que este sea fijo.
Y si hay algo que agrava la situación más de lo que ya lo hacen empresas y empresarios, es que primero se fijen en la edad y presencia física del demandante de trabajo antes que en su eficacia como trabajador o trabajadora.
A estas últimas se las suele rechazar por tener unos kilos de más o no tener una medida 90, 60, 90 algo así como para trabajar en una pasarela o revista de moda.
Lo de la edad es otro hándicap a la hora de pretender acceder a cualquier empleo, masculino o femenino, ya que si usted pasa de los veinte y pocos años ya no es apto para el trabajo que desea obtener.
Desgraciadamente son muchas las empresas que practican la gordofobia o edadismo
Si hablamos de la gordofobia nos referimos a precisar y describir todas aquellas prácticas, discursos y acciones que burlan, marginan, a las personas que tienen sobrepeso.
Por otro lado tenemos el edadismo, otra excusa que se suele usar a la hora de pretender buscar empleo.
El edadismo está relacionado con la forma que tenemos de entender la vejez y el envejecimiento. Para muchos pasar de los 30 años significa que ya eres viejo o vieja para tener un trabajo.
Lo peor es que estas personas tienen derecho a comer, tener un seguro para cuando lleguen a la verdadera vejez y lo malo es cuando detrás hay unos hijos a los que hay que dar techo, comida y estudios.
Mary Almenara.
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