Nuestra Isla de Gran Canaria es un pequeño continente en miniatura, ya estamos casi en verano, y se respira a descanso, vacaciones, niños alborotando y alegrándonos el tiempo.
Jóvenes y personas con nuevas ilusiones, deseos, cambios y con ganas de vivir.
Todos necesitamos descansar del ajetreo que llevamos durante todo el año, hacer cosas diferentes como ir a la playa, pasear o leer un buen libro.
Nuestras playas ya están esperándonos para que vayamos a dejar el estrés de la vida cotidiana, a contemplar los amaneceres o atardeceres sin prisas, jugar con nuestros hijos y sobrinos.
Ellos también necesitan que compartamos nuestros juegos de la infancia, enseñarles a no tener miedo, y a saber tomar el sol con precaución.
Es una época de cambios, alegría, sol radiante, días y atardeceres largos para estar con la familia,
amigos, e ir a una terraza o chiringuito.
Pasarlo bien y recuperar energías para la etapa que nos espera más adelante.
No hay que ir muy lejos, ya que en nuestra Isla tenemos de todo, playas de arena fina y dorada, con callaos, otras para quien quiera practicar nudismo o ir a bucear, coger olas o hacer windsurf, alquilar una casa cueva en el campo, y hacer turismo rural.
Con nuestro propio coche o en guagua podemos pasar unas vacaciones tranquilas.
En todas las islas hay verdaderas maravillas y lo mejor es visitarnos unos a otros y conocernos mejor.
Antonia Perez Viera.
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