Soy una persona católica y creyente pero esto no me ciega para ver lo que desde la iglesia se hace bien y lo que no.
En estos días de la Semana Santa he visto por momentos las procesiones de los diferentes puntos de España dejándome admirada la fe, rayando en el fanatismo según mi propio criterio, del pueblo andaluz.
En cada una de ellas veo el derroche de velones, luces y flores con los que adornan los tronos que transformados a € suman una cantidad con muchos ceros a la derecha.
Sin embargo, como bien dice el refrán, “Al que escupe para arriba le cae en la cara” y esto precisamente me ocurrió cuando vi los tronos que procesionaron por las calles de San Juan pues cada uno de dichos tronos iban profusamente adornados con gran cantidad de flores y velones, no estoy en contra del adorno pero, sí critico el que no se mirara primero las necesidades que padecen muchas familias en Telde.
Dios se sentiría igual o más feliz con menos flores pero sabiendo que muchas familias verían paliada sus necesidades por unos días, mientras que a otras se les echaría un capote para que no le cortaran el agua o la luz.
No sé si este tremendo gasto lo asume solo la iglesia o es sufragado por los católicos. Venga de un lado o de otro me parece que es no tener conciencia de lo que están viviendo sus vecinos.
Fe sí, fanatismo no.
Mary Almenara.
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