Cuando esto me ocurre lo llevo al terreno de lo que llamo (andar por casa) Les explico: si mis padres me dicen que tenemos que restringir los gastos porque no hay dinero, que no podemos comprar ropa por la misma razón, que debemos un mes de agua y luz pues el presupuesto se hizo corto.
Como buena hija acato las explicaciones que me dan mis progenitores.
Pero, cuando observo que aquellos en los que confío plenamente, gastan el dinero en salidas, en comidas fuera de casa y, lo que es peor, le prestan dinero al vecino, sabiendo de antemano que recuperarlo es difícil, la sangre no me llega al cerebro.
Hoy, escuchando las noticias me he quedado así, sin sangre en el cuerpo, al oír que España, esta España nuestra, prestó a Grecia veinte y tres mil millones de euros, no me atrevo a ponerlo con números pues los ceros me bailan.
Viendo a nuestros políticos tan sandungueros y generosos, no los beso porque temo contagiarme de tanta insensatez.
Mary Almenara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario