Sentada tras la ventana, ve transcurrir las horas de unos días que cada vez se le hacen más largos. Mientras teje llegan a su memoria recuerdos del pasado, de momentos dulces que vivió junto a sus hijos, rememora la risa de los pequeños, el llanto lastimero del bebé cuando reclamaba el biberón.
Trabajaba y vivía por y para los hijos pensando siempre que a ellos no debía faltarles de nada aunque ella tuviera pocas horas de descanso y en ocasiones yendose a la cama sin probar bocado .
Cuando el último de los hijos se casó y se fue de la casa, se quedó totalmente sola. Tristemente, aquellos hijos por los que ella daba la vida, apenas la visitan.
La excusa siempre es la misma “me falta tiempo mamá” Ella continúa tejiendo aquella colcha que pensaba regalarle al último nieto pero nunca llegó a conocerlo porque siempre faltaba tiempo para visitar a la madre.
Entre puntada y puntada, alguna lágrima cae de sus ojos mezclándose con la lana mientras ella continúa tejiendo recuerdos.
María
No hay comentarios:
Publicar un comentario