La cita previa fue una norma establecida después de la aparición del Coronavirus por motivos de seguridad para todos. Hasta ahí las razones me parecen más que lógicas, lo que ya me parece no tener raciocinio es que en la mayoría, por no decir todas, las dependencias municipales aún continúan sin recibir sin la bendita cita previa por temor a un contagio.
Ante esto por mi cabeza pululan varias preguntas tales como ¿Acaso esas personas que no me atienden sin una cita no van a los supermercados, peluquerías, gasolineras, bancos y un gran número de establecimientos que sí nos reciben sin la susodicha cita?
Lo peor en estas dependencias es que si llamas a primero de mes, te dan cita para el siguiente y una vez allí excrimen cualquier excusa para no atendernos.
Escribir este artículo de hoy tiene una base real que paso a relatarles.
Un familiar necesitó hacer unas diligencias en nuestro ayuntamiento y, lógicamente pidió cita para ser recibido. Cuando al final acudió cargado con todos los documentos necesarios le dijeron que faltaba un documento que pidiera cita y volviera.
Él solo pedía la presencia de un topógrafo. Después de acudir y llamar, llamar y acudir, decidió presentarse para hablar con algún responsable que le diera una explicación coherente. Le contestaron que mejor lo hiciera por privado, ósea que se gastara el dinero pues si esperaba por el técnico del ayuntamiento tendría que esperar mucho tiempo, tal vez años.
Aquí me toca preguntarme de nuevo ¿ Qué hace o qué no hace el jefe de personal para que ocurra esto? ¿A caso no se lleva un control con el trabajo que realizan estos trabajadores?
Haciendo un símil del don Quijote digo: con el ayuntamiento hemos topado querido contribuyente.
Mary Almenara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario