Artículo de opinión.
El pasado día 21 de mayo nos hacíamos eco en Teldehabla y redes sociales del estado de cómo se encontraba las escaleras del cementerio de San Gregorio, una señora me comentaba que como podían tener una escalera en aquellas condiciones.
Ayer día 14 de Junio, acudí al cementerio de San Gregorio y cuando subí a una de las escaleras me hice una herida superficial, donde no dejaba de sangra, la escalera estaba estropeada por varios sitios, la soldadura no hacia su función, por lo tanto la barandilla estaba suelta creando con ello un autentico peligro, acudí a los responsables del ayuntamiento del cementerio donde me pusieron agua oxigenada, a todo esto acudí a urgencia ya que soy diabético, donde me comentaron que era superficial y que si observaba alguna anomalía volviera a acudir a urgencia, a todo esto una de las personas del cementerio que pertenece al ayuntamiento llamo al encargado, donde le notifico lo que sucedió, y le dijo que era diabético, donde presuntamente la respuesta del responsable es que si era diabético no era un problema ya que el era diabético, el problema es si tenia el citrón, esto es verbalmente por lo tanto pongo presuntamente, ya que directamente no se puso en contacto conmigo, aunque le deje mi número de móvil.
Hice varias llamadas, donde me comentan que sienten lo sucedido y que iban a tomar medidas retirando las escaleras.
Señora alcaldesa de la ciudad de Telde, usted es responsable de lo que pasa en la ciudad.
Señor Eloy, como responsable de los cementerios no entiendo la dejadez en el tema de las escaleras, recuerde que podía a ver pasado una desgracia.
¿A que se dedica el personal que pertenece al ayuntamiento en el cementerio?
Aunque cambien las escaleras, el daño esta echo y ustedes los políticos estan para velar por la ciudad y los ciudadanos.
En primer lugar me solidarizo con el director de este medio por lo sucedido. En segundo comentar que cuando años atrás acudía al campo santo, observe el mal estado de las escalera. Viendo lo acontecido sospecho que hablamos de aquellas escaleras que se tambaleaban cuando se subía a ellas.
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