Opinión.
Lo que está ocurriendo en la isla hermana de la Palma, es uno de los mayores desastres que hemos vivido los canarios. Las noticias cada día son más dantescas y desesperantes al ver como las largas lenguas de lava se tragan, literalmente, casas, iglesias, colegios y todo aquello que se interpone en su fatídico camino hacia el mar.
El resto de las islas se ha unido para ser un solo corazón y un único brazo con los que brindarles ayuda física y ánimos para seguir soportando esta lucha sin tregua entre el hombre y la tierra.
De todos los puntos de España se han presentado personas voluntarias para estar hombro con hombro con todas las personas que precisan ayuda, lo mismo material que económico.
No quiero pasar por alto la ayuda inestimable de tantas personas que no han dudado en acudir a aquellos lugares donde se les solicita como voluntarios.
Han sido muchos los políticos que han visitado la isla, entre ellos los reyes o el presidente del gobierno español. Todos y cada uno han llegado llenos de promesas que, lógicamente esperemos que no caigan en saco roto, como ocurrió en Lorca cuando ocurrió el seísmo que arraso esta localidad en 2011. Se hicieron tantas promesas como las que se han hecho en estos momentos pero la gran mayoría quedó en eso… promesas y fotos.
Esperemos que en esta ocasión se cumplan y proporcionen las casas que han prometido y las ayudas legales para quienes lo han perdido todo.
María Almenara
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