La acondroplasia, es un trastorno en los huesos que impiden el normal crecimiento de la persona que lo padece.
La enfermedad se caracteriza por el pequeño tamaño de brazos y piernas frente al de su cabeza, que suele ser exageradamente grande, por su puesto también sus manos tienen el tamaño de las de un niño, lo que les dificulta realizar determinados trabajos, para los que precisan ayuda.
Las personas que padecen este tipo de trastorno no solo sufren físicamente por los problemas que les ocasiona la poca estatura que poseen, también padecen la humillación de algunas individuos insensibles ante un ser con dichas característica.
Durante muchos años fueron exhibido en plazas y circos como meros objetos de burla y risa de quienes pagaban por verlos, siendo objeto de las más terribles humillaciones. Fueron bastante utilizados en la cortes españolas donde hacían reír a los cortesanos, siendo también los únicos que tenían licencia para dirigirse a los reyes como nadie se atrevía a hacerlo.
Muchos posaron para celebres pintores, como por ejemplo el que llamaban “Juan de Austria” quien posó para Velázquez como otros tantos.
Por suerte, hoy son personas respetadas e insertados en la sociedad como debió ser siempre, muchos de ellos ejercen trabajos adaptados a sus deficiencias físicas.
María Almenara.
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