domingo, 15 de agosto de 2021

SOLEDAD AMARGA COMPAÑERA

 


Dice el refrán, “solo se vea quien solo se desea” y es que hay una gran diferencia entre la soledad elegida y la soledad que la vida no impone por diferentes razones o motivos.

Cada vez más nos encontramos a muchas personas viviendo una triste soledad en las cuatro paredes de la casa, una casa que cada vez va quedando más triste, más fría y vacía, en ella ya no se escuchan las voces de niños, de amigos que lo visiten.

Al llegar la noche solo las sombras le hacen compañía, y en cada rincón buscamos una cara conocida, pero la realidad es otra bien distinta al sentir que las cuatro paredes parecen ir cerrándose a su alrededor como queriendo asfixiarlo.

Con esa angustia camina hacia el dormitorio para tumbarse en la cama esperando que el sueño llegue para darle unas horas de tranquilidad en las que su pensamiento queda tranquilo y relajado.

En ocasiones el tan ansiado sueño no llega y da vueltas y vueltas intentado dormir aunque solo sean unas horas.

Al llegar la mañana se ve todo de otro color, abre las ventanas para que el sol llene la casa con esa luz especial del nuevo día.

Recoge el pan y después de un fugaz desayuno sale a dar un paseo, no porque le apetezca, sino para distraerse en la esperanza de que el día sea más llevadero.

Y así van pasando las horas de un ser que tiene por compañera a la amarga soledad.

Mary Almenara.

 

2 comentarios:

  1. Es bienvenida cuando tú la deseas, pero cuando aparece sin permiso hay que sustituirla con cosas que te guste. A veces es una batalla a librar, pero, tenemos que intentar ganar siempre en esa guerra. Un abrazo, querida Maria y felicidades!!!

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