Como bien dice el refrán, el amor no tiene edad, y no la tiene porque los buenos sentimientos no tienen fecha de caducidad sino que, por el contrario, se afianzan en nosotros hasta la hora de irnos de esta vida.
Para algunas personas ver muestras de cariño entre mayores, les resulta chocante, atrevido e incluso ridículo. Cierto es que en ocasiones nos encontramos con algunas parejas a las que no les importa dar muestras de amor sin pudor alguno aunque sean vistos por los que pasan a su lado. Si bien es verdad que esto suele ocurrir cuando se han enamorado algo mayores y la alegría de haber encontrado una pareja les parece casi un milagro y lo pregonan a los cuatro vientos.
Pero, hablemos del amor de esa pareja que han pasado tantos años al lado del ser del que se enamoró muchos años atrás. Para ellos llegar juntos a una edad considerable es, primero un gran logro, a la vez que una muestra del amor que un día los unió es saber que juntos vivieron el nacimiento de los hijos, verlos crecer formar su propia familia pero, lo mejor de todo, es que los hagan abuelos, lo que ya colma el vaso de su felicidad.
Estas parejas ya no necesitan hacer alardes de su amor en plena calle o aprovechar el momento oportuno para besarse a hurtadillas. Hoy para ellos prevalece el hecho de sentirse acompañados, de no sentir la soledad y el silencio cuando abren la puerta de la casa.
Ellos valoran más el saber que al estar enfermos hay alguien que les dice una palabra de cariño y fortaleza, salir cogidos del brazo a dar largos paseos por aquel parque donde se dieron su primer beso de amor sin que
nadie los viera.
Mary Almenara.
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