UNA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL

 

Artículo de opinión de Mary Almenara.

 Según las últimas noticias relacionadas con la entrada de turismo en nuestras islas, nos hace pensar que comienza a verse esa pequeña luz de esperanza que nos lleva a pensar que, realmente, algo está cambiando. 

Sin embargo en esta buena noticia, hay un lado amargo que nos dejan los diferentes informes que nos hablan de los nuevos repuntes que se están dando en la península y en Canarias.

Ante buenas noticias como ésta no debemos dormirnos en los laureles, pues el virus sigue con nosotros.

Lo peor se lo están llevando nuestros hermanos tinerfeños. Ahí se han disparado los contagios llegando a los 165 casos mientras que en Gran Canaria ha descendido, cosa que al parecer no les está sentando bien. Sin querer señalar a nadie no puedo pasar por alto el comportamiento de un gran número de jóvenes que piensan que esto no va con ellos, que los años los hacen inmunes ante el virus y que “eso” es solo para los mayores.

Ante las muestras de irresponsabilidad y falta de respeto que manifiestan cuando se reúnen sin usar la mascarilla, tendrían que ser sancionados, pero no con una multa, deben ser trasladados a las plantas donde los enfermos del covid 19 están luchando por la vida para que vean la realidad.

No quiero pensar cómo subirán los contagios después de que el señor presidente, decidiera dar permiso para ir sin mascarilla en los espacios abiertos.

¿Sabremos todos distinguir lo abierto y solo, de lo cerrado y  acompañado, o tendrá que venir Epi y Blas para recordarlo?

Y, como siempre, en la península siguen confundiendo una isla con la otra situando la noticia de la subida de contagiados en Gran Canaria.

Ver para creer.