UN REGALO ENVENENADO

 

Opinión.

 La última idea del gobierno de canarias es “donar” 16,5 millones de euros a los canarios que decidan a disfrutar de las vacaciones en las islas. Pero, la mayor parte de este dinero es cedido por el sector hotelero y alojativo de los 80 millones que iban a recibir para paliar los gastos de estos sectores, en especial como ayuda para el pago del IBI.

Aplaudo la idea de ayudar a uno de los sectores más castigados por la pandemia, con esta idea les llegará una inyección económica que buena falta les hace.

Las personas que decidan obtener este cheque “regalo” deben cumplimentar una serie de requisitos para, si tienen suerte, llevarse un bono de 200 euros. Las peticiones recibidas se llevarán ante notario quien elegirá a los afortunados.

Pero estas personas también deben saber que han de aportar 200 euros de su bolsillo para los bonos de alojamiento. Lo que no se ha dicho es que si usted, estimado amigo es de los afortunados, tienen que declararlo a hacienda, esta es la razón por la que este artículo lo he titulado “un regalo envenenado”.

Como dije al principio, aplaudo esta iniciativa, a la vez que no puedo dejar de criticarla pues  primero me parece una campaña política de cara a las próximas elecciones, mis malos pensamientos me llevan a especular que los políticos no dan nada a cambio de nada. Mi segunda crítica está basada en las necesidades tan acuciantes que estamos pasando todos los españoles, en especial los canarios, quienes por su situación geográfica se ven abocados a estar haciendo cola en las oficinas del INEM o a salir del terruño para encontrar un trabajo digno con el que ganar un sueldo que llevar a sus casas.

Sé el gasto que tienen los gobiernos canarios con la entrada de tantos y tantos emigrantes, sobre todo en Gran Canaria, pero también sé que este no es un problema de los canarios, que este es un problema  político o sea de los gobernantes que tenemos, no quiero decir con esto que esté en contra de las personas que salen de su país buscando algo mejor.

Este es un problema que con un poco de buena voluntad se arreglaría entre los jefes de estado de uno y otro lado.

Queridos lectores, que los bonos les sean favorables.

María Almenara.