La innovadora instalación interior y la variedad inédita de las plantas permitía una recolección de cogollos cada 25 días
Los delincuentes habían invertido cerca de 200.000 euros en esta infraestructura
Se han incautado 2.466 plantas, 3 kilos de aceite de hachís, 982 gramos de cogollos, 364 gramos de polen y un arma corta.
La Guardia Civil, en el marco de la Operación BUNKER, ha localizado y desmantelado la plantación de marihuana con mayor capacidad de producción instalada en una construcción subterránea de más de 200 m², de donde se han incautado 2.466 plantas de una variedad inédita que permitía una recolección cada 25 días. Para esta producción los delincuentes habían invertido cerca de 200.000 euros.
La investigación se inicia a raíz de unas informaciones que advertían de un posible cultivo ilegal en la localidad de Fuensalida, en la provincia de Toledo.
Los agentes centraron su investigación en una finca rural aislada,
de unos 1.000 m², que estaba vallada y desde el exterior únicamente se
podía apreciar un par de módulos prefabricados utilizados supuestamente
como vivienda, y junto a ella otro pequeño, que aparentaba ser un
trastero.
A pesar de la apariencia externa del lugar, donde prácticamente se
podía apreciar como casi todo el terreno estaba diáfano, la Guardia
Civil confirmó la relación del hombre que allí vivía con un posible
delito de cultivo ilegal de marihuana, por lo que se solicitó a la
Autoridad Judicial una entrada y registro en esta propiedad, que se
llevó a cabo con el apoyo del Servicio Cinológico y de la USECIC de la
Comandancia de Toledo.
Infraestructura e instalación subterránea
La Guardia Civil descubrió, que tras la puerta de la pequeña caseta
prefabricada había una escalera de caracol de unos 3 metros de bajada
que daba acceso a una excavación subterránea, perfectamente tabicada,
techada y compartimentada con muros de hormigón y ladrillo, de unos 200
m², donde había instalado un novedoso sistema para el cultivo de alto
rendimiento de marihuana repartido en cinco estancias.
Los agentes comprobaron que esta compleja infraestructura contaba
con un sistema calorífico innovador con paneles de lámparas led, filtros
de ozono para minimizar el olor que tenían salida al exterior por 7
bocas disimuladas en tinajas ornamentales de jardín, además de un
sistema de riego por goteo individualizado conectado a las 2.466 plantas
que allí había.
Estas plantas, sobre las que había una malla poco espesa que
determinaba su nivel máximo de altura, eran de una variedad inédita que
precisan un menor crecimiento para producir numerosas ramificaciones y
floraciones, pudiendo conseguir una cosecha en tan sólo 25 días.
Para la alimentación eléctrica de este complejo sistema, disponían
de dos potentes generadores, valorados en unos 10.000 euros cada uno y
que consumían unos 500 litros de gasoil semanales.
Registro en la vivienda
En el registro realizado en la parte utilizada como vivienda, los
agentes intervinieron un arma corta real que estaba oculta en el
dormitorio, junto con otras 4 armas de fuego simuladas, un taser, varias
armas blancas, 3 kilogramos de aceite de hachís, 982 gramos de cogollos
de marihuana y 364 gramos de polen de esta planta.
Tras este registro, la Guardia Civil detuvo a un hombre y a una
mujer, por el delito de cultivo o elaboración de estupefacientes, por lo
que fueron puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e
Instrucción de Guardia correspondiente de Torrijos.
La Guaria Civil ha realizado una estimación sobre el coste
económico de la construcción de esta infraestructura subterránea, así
como de la instalación dispuesta para este cultivo intensivo de
marihuana, superando los 200.000 euros de inversión.
La investigación ha sido llevada a cabo por el Equipo Territorial
de Policía Judicial de la Guardia Civil de Torrijos, en la provincia de
Toledo.
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