Artículo de opinión.
Las Islas Canarias no son una cárcel para migrantes,
pero para ellos es difícil salir del Archipiélago. Al rededor de unos
8000 adultos y 2000 menores no acompañados llegaron en pateras y siguen
en las Islas con condiciones bastante mejorables.
La concentración de
tantas personas durante tanto tiempo a veces con situaciones extremas
con limitaciones sociales supone una agonía para los migrantes pero
también es munición para crispar a una sociedad canaria muy castigada
por esta crisis y que se siente abandonada por Madrid.
Seleccionan
los perfiles vulnerables y les permiten llegar a la península, mientras
se retiene a los inmigrantes vamos a llamarlos económicos para su
devolución, porque hay dos clases de inmigrantes los de por necesidad y
los que vienen a crear conflictos.El traslado de personas vulnerables a
la península a centros más adecuados es lento e insuficiente. El
ministerio del Interior los autoriza a cuentagotas mientras en hoteles y
centros de acogida se acumulan miles de personas, algunos solicitantes
de asilo. En las últimas semanas se ha acelerado un poco los traslados,
pero el secretismo del gobierno al no dar datos ninguno impide unos
cálculos fiables.
Las devoluciones, que es las
aspiración política migratoria de la UE, siguen los ritmos que marca el
país de origen y no el de destino. Según mi información España expulsa
un 30% de los inmigrantes con orden de abandonar territorio español. Los
centros de acogida funcionan como almacenes de personas y no de forma
temporal como se prometió. En Canarias hay aproximadamente unos 4000
marroquíes susceptibles de devolución. Haciendo cálculos con los que se
están devolviendo actualmente llevaría un año devolverlos. Después de
unos meses donde la policía estaba en aeropuertos y puertos canarios
para evitar el tránsito de migrantes con sus pasaportes y documentos
solicitando asilo o justificantes de viaje como exige la normativa
autonómica. Las apariencia puede parecer que sean controles para cumplir
las restricciones sanitarias, pero a la práctica es no dejarles salir.
El gobierno debería revisar su política y acelerar los traslados a la
península, y no castigar que ya está bastante castigada las tierras
canarias.
Miguel Angel Martín González
No hay comentarios:
Publicar un comentario