PERSONAS SIN TECHO

  

Mary Almenara.

Desde que el mundo comenzó su andadura ha habido personas con suerte, mientras que a otras les dio la espalda desde el momento de su nacimiento.

Con el paso de los años poco o nada ha cambiado la historia, y continuamos igual o peor si cabe. Cada vez que las cosas van mal en un país la mala suerte se ensaña con los más pobres y desfavorecidos.

Las causas para que las personas caigan en una desgracia, personal o laboral, son muchas y variadas. En estos momentos estamos viviendo uno de esos momentos por el que muchos seres humanos están atravesando días grises y desolados.

La falta de trabajo ha hecho que muchas personas se hayan visto abocadas a dejar sus hogares para, en muchas ocasiones, tener que dormir en un coche o, más triste aún, en la misma calle sobre unos cartones.

Por suerte hay  unas personas que roban tiempo a su familia, descanso o diversiones para entregar su tiempo a los llamados sin techo.

Aunque existen varias O.N.G dedicadas a dar cobijo a personas en situación de desamparo, una de las más conocidas es Caritas Diocesanas. Aquí, un grupo de mujeres y hombres están dispuestos a cambio de nada, a ayudar a todo aquel que llama a sus puertas, aunque no siempre lo consiguen por motivos económicos.

En los grandes núcleos poblacionales Cáritas cuenta con grandes espacios donde se combina, no solo el proveerles del alimento diario, sino también alojamiento donde disponen de duchas, lavandería y todo aquello que les pueda ofrecer  una vida más cómoda.

Muchas de estas personas han sido abandonadas por la propia familia cuando ven que ya no traen un euro a la casa otros que, también los hay, se han visto en esta situación a causa de juegos o bebida. Sin embargo, para el voluntario es un ser necesitado sin más y les dedican todos los cuidados que precisan.

Nunca debemos olvidarnos de las personas que, por diversas situaciones, se ven en la calle convirtiéndose en un sintecho.