domingo, 28 de febrero de 2021

La nieta sabedora

                                                     

Marisol Ayala.

Chequeo mi correo y entre todos los recibidos, profesionales y personales, veo uno que llama mi atención. En la casilla de “asuntos” pone, “de parte de mis abuelos”. Cómo entenderán mi curiosidad fue tanta que lo abrí el primero.

 En una lectura rápida entendí algo y en la segunda el mensaje me quedó claro. Nunca había recibido nada igual. Supe luego que la remitente es una chica de 29 años que vive en el Hierro con su hermana y sus abuelos. La muchacha me envía una foto con los abuelos sentados los cuatro en un sillón de tres plazas en un patio soleado. El texto no deja resquicio a la duda. Su petición era clara. Los abuelos son lectores míos desde hace más de 25 años y a sus nietas le han hablado de mis cosas, mis historias, mis columnas como quien habla de un familiar de manera que tirando ese hilo la nieta sabedora ha llegado a mi teclado. Cada día durante ese tiempo han comprado La Provincia, primero en Las Palmas de GC, luego en La Laguna y ahora en El Hierro pero a esta última isla La Provincia ya no llega con la celeridad que ellos desean. Están muy disgustados porque siempre tuvieron cerca allá donde vivieron un bazar donde dejaban pagado el periódico. Por supuesto, las chicas fotocopian algún “Volando bajito” y algo más para que lean pero la portadora de sus sentimientos sabe que eso no es lo mismo, claro. Para hacer corto el relato diré que la petición que transmite la nieta es poder contentar a sus abuelos de una ilusión que sorprende y emociona. Quieren conocerme y compartir unas horas conmigo. Les contesto que sin problema y les pido un teléfono. Hace unos días hicimos una video llamada y fue precioso verlos emocionados, felices, quitándose la palabra. Les prometí que iré a conocerlos cuando finalice el confinamiento.

Un regalo de la vida.

fuente:  https://marisolayalablog.wordpress.com/

 

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