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La Junta de Gobierno Local aprobará en la sesión de mañana miércoles el expediente que permitirá llevar a cabo la demolición controlada de un edificio que presenta grave peligro de caída y riesgo para la salud e integridad de las personas, ubicado en las calles Crisantemo y Azahar, en el barrio de La Garita.
El expediente, elevado por la concejala de Urbanismo, Lidia Mejías, ha sido tramitado con carácter de emergencia debido al alto riesgo de derrumbe que presenta, según indica el informe técnico municipal.
El edificio, que tiene tres plantas y fue abandonado sin finalizar, se encuentra en un estado de gran deterioro que afecta a la estabilidad de los elementos constructivos que lo conforman, provocando constantes caídas de cascotes de su frontis. Por esta razón el Ayuntamiento de Telde tomó como medida de precaución, y con el objetivo de garantizar la seguridad ciudadana, la decisión de cerrar al tráfico la calle en la que se ubica en septiembre de 2018.
Las labores de demolición supondrán un gasto a la administración local presupuestado en 43.196,50 euros, una ficha financiera que será exigida a los propietarios del inmueble.
Héctor Suárez, alcalde de la ciudad y presidente de la junta en la que se aprobará el expediente, pone en valor su tramitación indicando que “con este documento se resuelve uno de los problemas enquistados de La Garita y con el que este equipo de Gobierno se había comprometido a resolver al inicio del mandato. Se trata de una demanda reclamada por los vecinos y vecinas desde hace años”.
Por su parte, Lidia Mejías explica que “desde la Concejalía que dirijo llevamos meses trabajando con ahínco para sacar adelante este expediente con el objetivo de agilizar su tramitación para garantizar lo antes posible la seguridad de los vecinos y vecinas de la zona, así como los conductores y viandantes de esa calle que, tras su demolición, volverá a quedar abierta al tráfico”.
Asimismo, la responsable
del área pone en valor las diferentes acciones urbanísticas que se
están llevando a cabo en La Garita, como el reciente tapiado del centro
comercial abandonado en la avenida marítima,
un logro alcanzado con la intermediación de la Concejalía de Urbanismo
con los propietarios del mismo. Con el cerramiento del inmueble se ha
alcanzado el objetivo de disminuir los peligros potenciales y los actos
vandálicos que se producían en él.
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