Un grupo de personas se reunió este sábado en la playa de La Aldea de San Nicolás para convertirse en ‘Ornitólogos por un día’ en una de las joyas ornitológicas y turísticas del municipio, El Humedal de La Marciega.
La actividad comenzó sobre las 7.30 horas de la mañana y los asistentes se reunieron en el litoral aldeano, concretamente en el Parque Rubén Díaz, para recorrer durante aproximadamente tres horas y media la desembocadura del barranco de La Aldea y tener la oportunidad de descubrir un lugar único en el municipio.
Uno de los objetivos de esta actividad era poner en valor el espacio, considerado uno de los humedales más importantes que quedan en Gran Canaria, con más potencial y mejor conservado de todo el Archipiélago. En la zona también se encuentra el segundo bosque de tarajales más grande de Canarias.
En torno a él cada año se celebra la fiesta popular más importante del pueblo de La Aldea, El Charco. Una celebración de gran interés cultural que revive la costumbre de los antiguos canarios de embarbascar los charcos costeros, donde se formaban los humedales.
Allí, junto a el charco, los tarajales y la playa conviven más 70 de especies. En el encuentro los asistentes observaron y pudieron conocer a algunas de ellas como gacetas, capirotes, mirlos, gaviotas, alcaravanes o alcaudones, entre otros.
Con los cinco sentidos despiertos disfrutaron de un espacio único que brinda la naturaleza en la desembocadura del barranco de La Aldea. ‘Ornitólogo por un día’ es una de las actividades enmarcadas ‘Proyecto Libera de Apadrinamiento del Humedal de La Marciega’.
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