Mary Almenara
La platanera ha sido siempre una de las labores, junto a el tomate, que
ha llevado el nombre de Canarias por todo el mundo. Antaño fueron muchas las
personas que vivieron de este cultivo y
que a su vez dieron trabajo a terceros. En una finca de plataneras se podía
encontrar trabajando a familias enteras dedicadas
a las faenas de este fruto, que requiere de muchos días y horas de continúo
trabajo.
Colocados en una mesa o cinta transportadora se desmanillan para ser
colocados en cajas, que los transportan a varios puntos del mundo: desde la península
hasta el extranjero.
En tiempos pasados, el desmanillado correspondía principalmente, a las
mujeres y las manos de plátano eran colocadas en los ceretos de fina madera, cubriéndolos
para protegerlos del roce entre ellos, con almohadillas de papel rellenas de
pinocha. También se usaban mantas o papel con el fin de que llegaran a su destino
en perfecto estado de vista y sabor.
Eran clasificados por categorías según la calidad de la fruta: los de
primera se exportaban a la península o al extranjero, los de segunda quedaban
para el consumo de las islas por tener una mayor madurez.
Pero, no terminaba aquí la vida de la platanera, ya que aún después de
morir la planta se hace uso del tronco o rolo, con él se alimenta a los
animales, especialmente a las vacas. Luego de seco se hacían tiras con las que
se amarraban los tomateros, también se usa para hacer manualidades junto a las
hojas ya secas.
En la ciudad de Telde existía un almacén, conocida como el punto
fielato, donde se trataba el plátano hasta su posterior embarque, ahí se
vendían los sueltos o muy maduros a un precio asequible, que amasados con gofio
era la merienda favorita de los niños y adultos.
Uno de los lugares con más fama por el sabor de esta fruta es la
costa, concretamente Bañaderos y aledaños. También Arucas fue famosa por sus
fincas de plataneras y la calidad del plátano.
Hoy ha cambiado mucho el trabajo duro de las tierras, el posterior que
se lleva a cabo en las almacenes, también se ha llegado a hacer más mecanizado
lo que ha llevado a que muchas personas hayan perdido sus puestos de trabajo.
Este es el lado desagradable a lo que lleva la mecanización en las
empresas de cualquier tipo. Pero, este es el precio que hay que pagar por modernizarnos.
Lo mas duro es desflorar jajaja
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