Mary Almenara
La descamisada o descamisa fue, durante muchos
años, lugar de reunión en las casas de campo o cercados. Allí se reunían
mujeres y hombres, unos jóvenes y otros no tanto, para limpiar la piña de todo
su ropaje antes de tostar el grano y posterior molienda.
La piña se traía al lugar del trabajo y se
dejaba caer en el suelo. Los y las trabajadoras sentadas sobre sacos o esteras,
daban comienzo a la descamisada, que consistía en tirar hacía abajo de las
hojas verdes que cubrían la piña.
Para esto había que tener fuerzas y jeito (maña,
destreza habilidad) unas veces se amarraban por los troncos, y así, se ponían a
secar en corredores o palos preparados para tal fin.
En otros, por el contrario, se les quitaba toda
la camisa y la piña se extendía en los patios para que el millo se secara esperando
el momento de desgranarlo.
Como digo al principio se reunían jóvenes,
chicas y chicos solteros la gran mayoría, quienes entrada la noche y para que
las horas fueran más llevaderas, cantaban nuestras canciones canarias acompañadas
de guitarras o algún timple que aparecía sin saber de dónde.
Cuando la cosa se iba animando pasaban a las
canciones picadas, alguna rayando en lo picante cosa esta que a las madres les
cambiaba el carácter poniéndolas de mal humor.
Como muestra les dejo unas letras de aquellas
canciones, que a las madres hacían cambiar el color, pero a la juventud la
entretenía.
Anoche me dio las doce empaquetando tomates,
esta noche me dará conversando con mi amante.
Eres boba y consentida que te consientes del
aire, que tu novio te ha dejado porque no tienes vergüenza.
Allá abajo viene un barco cargado de zagalejos para
comprarte unas bragas que no tienes sino rejos.
Esta era una de las distracciones que hacían
que el trabajo resultara más llevadero.
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