Hallazgo del tesoro de Villena
Como se puede leer en mi anterior
artículo sobre esta primera etapa del bronce final (en las bibliografías
y estudios científicos, representado como Bronce Final I) este período
debió representar una etapa convulsa en la protohistoria que tal vez
guiara o llevara a la población a concentrarse en poblados mucho más
grandes, tal vez buscando esa protección.
Durante la noche del 1 de Diciembre de 1963 se localizó el denominado “tesoro de Villena” en el cauce de la Rambla del Panadero (Alicante).
El tesoro suscita dos importantes cuestiones: una cronológica, sobre
cuando se realizó, y otra explicativa, respecto a cómo se pudo
concentrar esta riqueza. La composición del ocultamiento de Villena es
de 11 cuencos, 2 botellas, 28 brazaletes y 13 fragmentos de
revestimientos de oro, más de 3 botellas de plata y un posible brazalete
de hierro, subdivisibles en tres lotes homogéneos, vajilla, brazaletes y
cetro o enmangue de espadas.
Manejando datos de inicios del siglo XIX, se constata que en el río Sil
(Galicia), mediante el bateo de arenas auríferas se obtenían entre 12 y
14 gramos por persona durante cada verano. Ello implicaría que los
9,112 gramos de oro del tesoro de Villena hubieran exigido el trabajo de
entre 650 y 700 personas a lo largo de un mínimo de tres meses, o entre
130 y 152 personas a lo largo de 5 años durante dicho mínimo de tres
meses en la estación del verano, lo que pone en evidencia la magnitud de
la inversión de trabajo que hubo de realizar para poder acumular dicha
cantidad de oro.
En comparación con el Bronce Inicial y
Medio, el oro argárico en conjunto no suma más de unos 400 gramos, entre
los cuales sólo dos brazaletes de Fuente de Álamo (Cuevas de Almanzora, Almería) acaparan el 78% de dicho peso. Si valoramos este conjunto por su peso, los 60 objetos
del depósito de Villena totalizan 9,112 gramos de oro, una cantidad
sólo comparable a los algo más de 15 kilos de oro en las tumbas de fosa
de Micenas en las que se hallaron 28 vasijas de oro y 42 vasijas de
plata, de los cuales, unos 13 kilos y 22 vasos de oro corresponden a las
sepulturas III, IV y V del círculo A.
Importancia del tesoro de Villena
Teniendo en cuenta estos datos, es importante señalar que en Villena nos encontramos con el segundo conjunto de vajilla áurea más importante de Europa durante
el Bronce Final, tanto en función del número de vasijas como del peso
del conjunto en oro. La cronología entre ambos conjuntos no resulta muy
distante. En Micenas, las sepulturas del círculo B se fechan entre muy a
final del Heládico Medio III y el Heládico Final I. Y las del círculo
A, entre un pleno Heládico Final I e inicios del Heládico Final IIA
(1625-1500 a.C.) que correspondería a nuestro Bronce Final IA e inicios
del Bronce Final IIB.
En relación con el poblado de Cabezo Redondo (Villena,
Alicante), cabe destacar que la única datación disponible para este
período procede del Departamento XV (1599-1530 a.C.). Y es durante el
Bronce Final I, finales del Bronce Final IA, Bronce Final IB o inicios
del Bronce Final IC (1575-1375 a.C.), donde creemos que debe encuadrarse
cronológicamente el tesoro de Villena.
El entorno del tesoro de Villena
La cuenca baja del río Segura, a la que se accedía desde el corredor del Vinalopó,
era una de las áreas más solicitadas para el pastoreo, porque
presentaba zonas pantanosas y de colmatación aluvial muy apetecidas por
el ganado vacuno y caballar. Áreas, además, habitualmente poco válidas
para la agricultura. Estos rebaños en trashumancia proceden
históricamente de Albarracín (Teruel) y Cuenca. Todavía a mediados de
los años 70 del siglo XX llegaban ganados de la Serranía de Cuenca, permaneciendo en Villena entre octubre y abril, momento en que regresaban a los pastos de verano de la serranía.
Los rebaños que continuaban hacia el
Bajo Segura mantenían similar temporalidad y, antes de las primeras
nevadas en las serranías del interior, a comienzos de octubre, empezaban
a descender hacia la costa, donde permanecían hasta marzo, cuando
volvían a regresar a las sierras en busca de pastos de verano, lo que
implica periodos de seis meses en cada una de las dos grandes áreas de
pastoreo.
La ruta, denominada de Los Serranos,
procedente bien de Chinchilla o bien de la Jorquera, atravesaba Almansa,
Villena, Salinas (donde se abastecían de sal para el ganado, que
previamente se obtenía en la laguna de Villena hasta
que fue desecada en 1803), Petrel, Novelda, Aspe, Crevillente y,
finalmente, acababa en Orihuela. La laguna de Villena cubría 1500
hectáreas hasta 1803. Se formó del estancamiento de agua salada
procedente de corrientes subterráneas y manantiales superficiales. En
las áreas triásicas del Prebético, el Keuper,
impermeable, detiene en la parte occidental de la llanura la circulación
del agua subterránea, pero al existir depósitos salinos en el Keuper,
se convierten las aguas en salobres y han facilitado la explotación de
algunos manantiales muy salinos para la extracción de sal.
Interpretación del tesoro de Villena
Si interpretamos el tesoro de Villena como representativo de la presencia de un poder político regional, quizás de tipo estatal, adquiere otra imagen el Bronce Final I del sureste de la Península Ibérica. En el Poblado de Cabezo Redondo, donde se aprecia una evidente planificación del espacio urbano con calles y manzanas de casas, nos encontramos con un líder político
que utilizaba empuñaduras de espadas o un posible cetro de oro, ámbar y
hierro, disponía de vajilla de oro y plata para comer y beber, y cuya
mujer o mujeres, hijas u otros familiares, pudieron lucir brazaletes de
oro en sus brazos como símbolo de distinción social.
FUENTE: https://www.historiaeweb.com/2016/03/05/tesoro-villena/
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