miércoles, 26 de diciembre de 2018

Comer por fuera


Artículo de Marisol Ayala.
A huevo. La actualidad me ha puesto a huevo un asunto que tengo atravesado hace años. Sí, años. Doy por hecho que estas letras serán del agrado de muchos y que también molestará a otro tanto pero la muerte hace unos días de un finlandés en un restaurante chino de Luis Morote, en Las Canteras,

 me lo ha puesto en bandeja. Vaya por delante que le doy crédito a la noticia que habla de un fallecimiento a causa de una reacción alérgica. No hay porqué pensar otra cosa, la investigación dirá. Espero.
Estoy segura que todos hemos sentido alguna vez un rechazo cuando elegimos un lugar para comer y al entrar observamos que a simple vista no es el lugar más apetecible para ocupar una mesa. Destartalado, sin la limpieza exigible, con una carta entre Hong Kong y la Isleta y ni una cosa ni otra; un desastre con un personal desaliñado, pelo grasiento y mal aspecto. Cuando eso ocurre, y me ha ocurrido muchas veces, no discuto. Me voy sin más pero mientras camino acabo pensando un «sí lo que veo es lo que veo como será lo que no veo», es decir la cocina. He tenido dos experiencias en restaurantes de la zona más cotizada de la ciudad que no acabaron mal porque Dios estaba de guardia. ¿Ejemplo?, ahí va uno. Un camarero se acerca a la mesa con una calada de tabaco que acabó echándola entre dos comensales. Puerta y a otra cosa.
Nunca entenderé por qué Sanidad no controla esos restaurantes de los que
hablo donde comemos pero sin saber qué y cómo se elabora esa comida y en que
condiciones. Sanidad nunca aporta datos del número de inspecciones que se
ordenan en casas de comidas, del nivel que sea, y mucho menos sus resultados. Mucho trabajito pendiente hay en el sector, mucho. Termino diciendo que un restaurante de la ciudad permaneció cerrado unos meses porque los señores inspectores de Sanidad atendiendo a la denuncia de unos clientes entraron a la cocina y alrededor de los fogones se encontraron a dos hermosos gatos.
No puedo dar datos porque no tengo el informe de Sanidad, de tenerlo saben
que lo haría.
Eso de «vamos a comer por fuera» tiene riesgos.
fuente:  https://marisolayalablog.wordpress.com/

1 comentario:

  1. Sanidad no está donde tiene que estar pues de ser así muchos bares, cafeterías y restaurantes permanecerían cerrados por mucho tiempo. Empezaría por la preparación de los camareros que, en muchas ocasiones, dejan mucho que desear. Vaya un solo ejemplo. Servir un vaso cogiéndolo por arriba, osea donde voy a poner la boca, sin saber donde ha puesto él o ella sus manos. Chapó por este artículo.

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