La crisis energética que vive el mundo es un hecho incuestionable. Mientras millones de seres humanos no tienen acceso a la energía que una minoría derrocha. El petróleo crudo convencional se está agotando, sus similares no renovables como el carbón, el uranio y el gas no lo pueden sustituir. (...).
La crisis energética que vive el mundo es un hecho incuestionable.
Millones de seres humanos no tienen acceso a la energía que una minoría
derrocha. El petróleo crudo convencional se está agotando, sus similares
no renovables como el carbón, el uranio y el gas no lo pueden
sustituir. Las falsas soluciones basadas en biocombustible o el
hidrógeno son inviables.
Mientras, se multiplican los síntomas del deterioro medioambiental a
escala global y el esperado "milagro" científico- tecnológico que
supuestamente podría traer la solución continúa sin llegar.
Justo cuando más se discute acerca del papel de las fuentes de energía renovables de cara al futuro que nos espera, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acaba de imponer “elevados aranceles a las importaciones de paneles y celdas de energía solar".
Una medida, recordemos, similar a la que ya ensayó en el Estado español el ex Ministro de Energía, Industria y Turismo José Manuel Soria, a pesar de las más de 180.000 firmas recogidas por varias entidades en contra de la normativa contra el autoconsumo eléctrico. Lo que por aquel entonces fue denominado un "impuesto al Sol".
Según publica la web estadounidense Democracy Now, el nuevo impuesto del 30% impuesto en los EE.UU. “representa
un gran golpe para la industria de energía renovable y llega al tiempo
que Trump toma medidas para incentivar la industria de combustibles
fósiles mediante la reducción de las restricciones ambientales y la
autorización de perforar en altamar en aguas públicas en las que antes
no estaba permitido”.
Asimismo- precisa la nota-
“el lunes, Trump también anunció nuevos aranceles a las importaciones
de algunas máquinas lavadoras. Es probable que las medidas incrementen
aún más las tensiones en torno al comercio con China y otros países".
Sin embargo, no existe contradicción alguna en la decisión del Jefe de la Casa Blanca.
El problema con la industria de energías renovables no tiene que ver
con el miedo a la mal llamada “democratización” del acceso a la energía.
En esencia, la medida guarda total correspondencia con los intereses
de las clases de las que Trump forma parte y a las qrepresenta. Se trata de una “lógica” reacción del lobby petrolero
financiado por las grandes compañías del sector, dispuesto a todo para
hacer frente a la perdida deingresos que les supondría la utilización de
las fuentes alternativas, siempre que éstas no sean también controladas
por las grandes compañías.
La energía no es una mera mercancía, sino un bien patrimonio de toda la
humanidad controlado por un puñado de multinacionales.
En las sociedades neolíticas, la energía la proporcionaban los
alimentos que los músculos transformaban en trabajo. Más tarde fueron
los animales. A medida que la civilización avanzaba, la energía endosomática (dentro del cuerpo) no fue suficiente para realizar todo el trabajo. fue entonces cuando se incorporaron las fuentes de energía exosomáticas (fuera
del cuerpo), que hasta el presente sostienen el peso económico de todo
el conjunto de la producción mundial de bienes y servicios.
Es por ello que el gran desafío para el Capital, desde finales de siglo XX y lo que va del siglo XXI,
no es solamente encontrar suficientes oportunidades de inversión,
sino hallar un suministro barato de energías y controlar las reservas
probadas y probables de los combustibles que las proporcionan. Y, por
el momento, las energías renovables -fotovoltaicas y eólicas- no son tan rentables como el petróleo.
Su problema fundamental se encuentra en su bajo rendimiento económico,
que hace imposible que el sistema capitalista las pueda integrar como lo
hizo con la hidráulica.
Aquí se encuentra la dificultad esencial, sin la cual ya se hubieran
integrado las energías renovables al sistema de beneficios. El conflicto
de intereses es la esencia de este tipo de contradicciones aparentes y
que están en juego dentro de cualquier tentativa de cambio social.
fuente: http://canarias-semanal.org/not/21874/trump-como-jose-manuel-soria-impone-un-gravoso-impuesto-al-sol-/
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