viernes, 26 de enero de 2018

El Comentario’ Por Ezequiel López



Ellos son aquellos que mantienen vivo el dicho de “una mentira repetida mil veces se convierten en una verdad”


Un amigo me pedía en la mañana de hoy que, aclarara a aquellos que me ven con fotos en algún digital, que suele inventarse la mayoría de las noticias para así captar la atención de aquellos que aún no saben de qué pata cojean. A mí, sinceramente me cuesta nombrarlos, no son merecedores de ello, me suelen robar mis editoriales cuando ellos consideran que yo me meto con el grupo de gobierno, con quienes mantienen algunas cuentas pendientes en los juzgados. Y digo me lo roban porque le he mandado, al que se hace llamar director, rogándole que si evitaban mis opiniones en su digital se lo agradecería, ¡ni caso!, cuando ellos entienden que yo estoy atacando a sus víctimas de sus falsedades y mentiras informativas, copian y pegan, además de colocar el titular del comentario a su libre albedrío, ¡una gamberrada!, pero es que no saben hacer otra cosa. Lo último ha sido colocarme junto a mi amigo Carlos LaChica como defensores de Juan Martel y que vamos en contra de Celeste López. No pierden oportunidad de intentar liar informaciones con sus ganas de hacer daño a quien ellos consideran enemigos. Son unos personajes muy difíciles de poder entender, ellos hace tiempo que optaron por el camino de las fuerzas de los enredos con aquellos que no quieren saber nada de ellos, y su modo de mostrarse contra aquellos que no les hacen caso es sacarles con información falsa, como la última, haciendo el mayor de los ridículos, señalando a Ildefonso Jiménez como fichaje de Más por Telde, y a otros, tergiversando las informaciones sin importarles nada ni nadie.
Ellos son aquellos que mantienen vivo el dicho de “una mentira repetida mil veces se convierten en una verdad”. Es una pena que nuestra justicia esté tan saturada, que en cuestiones que uno se considera manipulado, utilizado por otros que dicen estar en la profesión, se dediquen a meterse con aquellos que prefieren no saber nada de ellos. Creo que ya le he dedicado bastante tiempo en mi comentario de hoy, solo insistir a los que pueden estar despistados, no comparto nada con ellos, ellos estarán contento, yo mucho más, con esos que me roban mi comentario, yo solo publico mis comentario en la página oficial de la Red de Emisoras de Radio Faycan, en canariasopina.com.es y en teldeadiario.com, y que no me presto a compartir ninguna relación profesional ni de amistad ni simpatía con ninguno de ellos, y con esto espero que si existía dudas se hayan disipado.
Telde siempre ha tenido una cuenta pendiente con los medios de comunicación y sus profesionales, nos ha gustado más reconocer a aquellos que trabajan fuera de la ciudad. Tendemos a no aprobar a aquellos que nos dicen las cosas desde dentro y máxime cuando algunos tenemos buena memoria. Aquí nadie posee la verdad como dueño y señor, la pluralidad es la que perseguimos e intentamos no separarnos demasiado de ella, los que ejercemos con respeto y dignidad esta profesión. Existe en la actualidad cierta fractura entre aquellos que ejercemos de manera responsable la información, no es grave, pero a lo mejor se podía mejorar, pero volvemos a lo mismo, parece que nos enamora más ser amigote de fulanito o menganito que picotea informativamente de vez en cuando por nuestra ciudad y parece que suele deslumbrar a algunos más que a otros. Pero al margen de las amistades o valoraciones que hagamos de unos o de otros medios ajenos de la ciudad, no existe mayor diferencia, pues se trabaja para dar la información más veraz posible a la ciudadanía. Todos cargamos nuestras mochilas, no voy a dejar de reconocerlo, pero en este grupo existe algo muy importante y valioso entre nosotros. Telde ha sido muy castigada dentro y fuera por los errores que algunos han permitido a los políticos llamados revelación que lo que nos dejo fue ruina y pequeños monstruos con ganas de venganza y de destrucción.
Pasarán algunos años, algunas legislaturas, y espero y deseo que la ciudadanía vuelva a tomar las riendas de la ciudad. Ahora mandan unos pocos políticos, haciendo de tripas corazones para poder llegar hasta final de legislatura, sin duda con sus errores y sus méritos, a veces aguantando, injustificadamente, el acoso de esos mercenarios que todos conocemos, y que en algún momento fueron alimentados por sus propios líderes políticos. Yo quiero quedarme hoy con aquello que aprendí cuando veía la serie Bonanza o Viaje al fondo del mar, cuando la TV era en blanco y negro, vivíamos la tensión de la película mientras duraba, pero al final, siempre, los buenos ganaban, ¡como la vida misma!

FUENTE:  http://www.canariasopina.com.es/articulo/23262

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