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jueves, 7 de diciembre de 2017
La mujer que desafió a la gravedad
Pinito paseó su arte por todo el mundo, se codeó con las más grandes personalidades de la cultura y todos se rendían a sus pies.
Nació en el circo de su padre, José Segura y de muy pequeña demostró sus dotes para esta profesión.
Durante
unas Navidades en Valencia, conoció al representante para Europa del
Circo Ringling Brothers y la quiso contratar, pero Pinito era menor de
edad y para realizar sus sueños optó a una solución "casarse" con sólo
17 años para poder viajar a América y enseñó a su marido Juan el oficio
para protegerla en caso de una caída.
En 1960 es galardonada con el Premio Internacional del Circo, equivalente al Oscar del Trapecio sin red.
Pinito
paseó su arte por todo el mundo, se codeó con las más grandes
personalidades de la cultura y todos se rendían a sus pies, como fue el
ejemplo del insigne escritor Hemingway el cual conoció en una de sus
actuaciones en Cuba. También se rindió a su arte el "calvo de oro" Yul
Brynner, pues en unas de las actuaciones en París, Yul le pidió a Pinito
que se dejara fotografiar con él y para ello se despojó de su ropa y
posó junto a ella, cuya foto recorrió el mundo.
Hablar de
Pinito, sería interminable, ambos compartíamos la misma afición "El
Cine" nos pasábamos horas y horas en su domicilio de Avenida
Escaleritas, hablando de las grandes estrellas como Greta Garbo, Joan
Crawford, etc., etc. Ella me contaba que cuando vivía en Nueva York,
aprovechaba los días libres para ir al cine y soñar con aquellas
historias románticas de las películas.
La primera vez que ví a
Pinito, fue cuando se instaló el Circo Price en la zona del Parque San
Telmo, llamado "el hoyo", yo era un crio y me fascinó ver volar a esta
"paloma blanca".
Pasan los años y un día me encuentro en la
calle a Pinito en la zona de Mesa y López, pues ella vivía en el
Edificio del antiguo Palacio de los Juguetes, naturalmente que la abordé
y nos convertimos en amigos. Nos invita a mi mujer y a mi a su casa de
la Avenida de Escaleritas, ya estaba divorciada de su marido y tenía
como pareja a un gran hombre "Lucas" que la cuidaba y la mimaba como una
joya muy valiosa, Lucas ha demostrado hasta el final de su vida que fue
su gran amor, fueron muchos años juntos y dedicación plena a Pinito.
Pinito
me relataba que cuando se rompió su matrimonio con su primer marido,
este le dijo que ella sin él no era nadie y que nunca más trabajaría en
el circo, pero ella era una gran superviviente y a pesar de haber
transcurridos muchos años sin subir a un trapecio, se atreve a instalar
en un solar de Guanarteme un trapecio, cuya barra era la que su padre
había hecho construir para ella, no le fue nada difícil volver a "volar
en su trapecio" y se presenta en Madrid con el mismo éxito arrolador de
siempre, pues quería demostrar a su ex, que podía volar sin su
protección y lo consiguió con un rotundo éxito.
Pinito seguía
teniendo con su ex marido una relación muy civilizada por los dos hijos
que tenía en común y se reunían con alta frecuencia.
Establecemos
ir cada semana a la casa de Juan su ex para cenar y ver las peliculas
que el tenía filmadas sobre la actuaciones de Pinito en todo el mundo, a
estas reuniones se unían la "Gran Juanita Hernández y su marido
Umberto, fueron noches mágicas e inolvidbles. Me acuerdo que en una de
las proyecciones Juan había filmado durante una actuación de Pinito en
el Ringling en Nueva york, el cual tenía 10 p istas continuas y mientras
actuaba Pinito al lado de su pista, entra Marilyn Monroe subida a un
elefante color rosa. Pinito no pudo dejar de mirar a la despampanante
Marilyn.
Cuando se reuda la película "El mayor espectáculo del
mundo" de Cecil B. De Mille, este trata de filmar para incluir en su
película la actuación de Pinito, sin permiso de ella, pero Pinito no se
lo permite y por influencia de este ante Mr. Ringling, le rescinde el
contrato.
Pinito es contratada por otra compañía y se va a
Saratoga, pero el circo Ringling sin Pinito no era nadie y vuelven a
llamarla ocasión que aprovecha la trapecista para pedir aumento de
sueldo y lo consigue.
Solíamos reunirnos con frecuencia en
Agaete en la casa de mi querido amigo Tito Santana que tenía en el
hermoso valle, fueron noches mágicas y rememorabamos la vida y los
éxitos de este "Gran Canaria" a la que no se le ha hecho honor a lo
grande que fue y que paseó su canariedad por todo el mundo. Se le debe
un gran reconocimiento y una calle a su nombre, pues fue la más grande
en su género "el circo".
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