martes, 14 de noviembre de 2017

¿Desde cuándo usamos?... El Diccionario



María Sánchez
Se dice que todo buen escritor hace un borrón o, lo que es lo mismo, comete alguna falta de ortografía.

Para que esto no suceda y quedemos como unos verdaderos analfabetos nos dirigimos con prontitud al socorrido diccionario, sabedores de que es ahí donde vamos a encontrar la repuesta acertada a nuestra consulta.
Cuando aún éramos estudiantes, lo de los adverbios, verbos, subjuntivos y no subjuntivos, se nos atragantaban igual que si comiéramos gofio en polvo ¡qué mal se pasaba! Lo de los verbos era un tormento, pero, no era menos meternos en la cabeza las palabras escritas con B o con V, con J o con G pues como decíamos con caras de angustia si al final suena igual ¿De qué vale esta tortura?
Sin embargo, el mayor jarro de agua fría nos caía cuando la sor, porque en mi caso estudie en un colegio de monjas, nos decía que la H era muda y no se pronunciaba. Al oír esto se nos caían los palos del sombrajo y sin poder decir ni pio.
Otro recuerdo que guardo en mi mente es ver aquellos muebles en el salón de nuestra casa donde lo que primero se colocaba era una colección del diccionario Larousse. Usarse se usaba más bien poco, pero ¡cómo adornaba! Igualito que una figura de Lladró.
Hoy, que tenemos todas las repuestas a un golpe de clic en el teclado del ordenador o el móvil, da pena la cantidad de faltas de ortografía que podemos ver en las redes sociales.
Cuando observo que escriben muxo, graxias o, komo te fue, les prometo que se me caen hasta las cejas, especialmente cuando provienen de gente joven.
Bromas aparte les contaré que el primer diccionario no fue el Larousse ni llegó a nosotros cincuenta años atrás.
El más antiguo que se conoce data del 600 a.C. Procede de Mesopotamia y está escrito en (acadio) la lengua de los asirios y babilonios.
En 1480 el impresor inglés William Caxton publicó el primer diccionario bilingüe inglés-francés.
El primero que disfrutamos en español es la obra del erudito Sebastián de Covarrubias, publicado en 1611. Es el primer diccionario general monolingüe del castellano, es decir, el primero en que el léxico castellano es definido en esta misma lengua.
Estaré rezando en espera de no haber cometido una falta de ortografía.

fuente:  http://www.canariasopina.com.es/articulo/22353


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