domingo, 24 de septiembre de 2017

Ingenieros de la luz

Las casas del futuro

Visitar la sede central de VELUX, en Hørsholm, Dinamarca, conlleva conocer la figura de un hombre pionero que hizo de su pasión por la luz un gran proyecto empresarial.
 Todo empezó hace más de 75 años, cuando Villum Kann Rasmussen, empeñado en dotar de luz natural a las sombrías casas danesas, ideó una ventana de tejado que hoy es el leit motiv de una empresa familiar convertida en la actualidad en un modelo en cuanto a sostenibilidad y responsabilidad social corporativa. Rasmussen, quien se definía como "ingeniero de la luz natural", sabía que lo que se traía entre manos suponía, básicamente, una solución a una gran necesidad: la falta de luz y de aire fresco que sufren, también hoy, muchísimos hogares.
"El 90 % de las vidas de las personas se desarrolla en espacios interiores. En Europa, unos 84 millones de personas viven o trabajan en edificios húmedos e insalubres, lo que provoca alergias y asma; unos 30 millones habitan en condiciones de poca luminosidad, y otros 54 no pueden calentar la casa adecuadamente, a pesar de que el consumo de energía de los inmuebles se lleva el 40 % del total de dispendio generado", explica Michael K. Rasmussen, al frente del departamento de marketing de la firma. El bienestar de las personas es clave para VELUX, añade. Por ello, sus contribuciones a la mejora de la sociedad son más que notables, algo que se hace patente a través de sus dos fundaciones independientes, que invierten en Dinamarca y en varios países de Europa. Solo en 2016 destinaron un monto de más de 155 millones de euros a proyectos científicos, sociales, medioambientales y culturales que hacen especial hincapié en la mejora de las condiciones de vida de los más jóvenes.
En ese marco conceptual, VELUX ha ido creciendo y diseñando una gama de ventanas para tejados siguiendo elevadas premisas de eficiencia, innovación y sostenibilidad que son visibles en todos los departamentos de la empresa. Pero donde más se palpan esas directrices es en la fábrica, el sanctasanctórum de la firma danesa, donde el proceso productivo se ha diseñado bajo los principios de la economía circular y de la estrategia del residuo cero. Tras varios años de esfuerzo, hoy sus logros son notables: el 98 % de la madera utilizada procede de bosques sostenibles certificados, la tasa de reciclaje alcanza el 97 %, las emisiones de CO2 son un 26 % menores que en 2007 y la tasa de accidentes laborales se ha reducido hasta cinco veces más que en el caso de sus homólogos en el sector.
Sin duda, todo un ejemplo de cómo una buena idea puede ser una forma eficaz de impactar positivamente en la sociedad, mucho más allá de la estricta utilidad de su producto.
fuente: http://www.nationalgeographic.com.es/promociones/ingenieros-luz_11909

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