Yohanna Alonso (Gijón, 1-6-1983) tuvo muy claro cuáles eran sus objetivos en la vida porque desde que era una niña sentía admiración por la Policía y una imparable atracción por las artes marciales. Ahora es feliz porque cumple su vocación de servicio en la Guardia Civil y en el Muay Thai, el boxeo tailandés, no existe nadie mejor que ella.
El triunfo de Yohanna ante la local Farung Srithong en la categoría de menos 60 kilos tiene, además, un enorme valor simbólico porque el mundial se celebraba en la ciudad tailandesa de Ayuttahya, antigua capital del país y cuna de un deporte que cuenta aquí con una enorme popularidad y prestigio. «Allí es una cultura, una forma de vida», asegura la nueva campeona. El mejor escenario posible para que esta agente de la Guardia Civil destinada en León se tomara la revancha de la decepción vivida hace un año. «Me quedé a tres puntos del título, pero ahora me he quitado esa espina», explica a este periódico aún desde el país asiático, donde ha permanecido unos días después de finalizar la competición. Han sido meses de trabajo duro y largas jornadas compaginando sus patrullas, los entrenamientos bajo la supervisión del maestro Lek y las clases de defensa personal que imparte a sus compañeros «porque también soy monitora de intervención operativa». La vuelta a la «normalidad del día a día» llega porque «el lunes me incorporo al puesto de Cistierna en el que estoy destinada».
Para alcanzar la cima, esta asturiana de nacimiento aunque leonesa de adopción ha tenido que derribar muchos obstáculos y barreras, empezando por las familiares porque su padre no quería ver a su hija practicando Muay Thai, una disciplina en la que está permitido golpear con pies, rodillas, brazos y codos. Por eso, la apuntó a gimnasia rítmica, pero a ella siempre le llamó mucho más la acción de las artes marciales. En su niñez, siempre hubo peleas con su hermano Aurelio, su gran apoyo hasta que cumplió los 17 años, recibió el permiso paternal para practicar deportes de contacto y pudo comenzar a entrenarse en un gimnasio. Ahora es campeona del mundo, aunque cuesta asimilarlo. «La verdad es que no cambia mi vida, me siento como cualquier día», explica con modestia, aunque sí hay un detalle que insiste en recalcar: «No tengo tiempo para agradecer a todo el mundo el cariño recibido, es increíble que personas que ni te conocen te demuestren tanto».
Un éxito que, según reconoce la «Leona», nombre de guerra con el que se conoce a Yohanna, no hubiera sido posible sin los consejos y la ayuda de Narong Wongsoonthon, el maestro Lek, un antiguo luchador tailandés que ganó 28 veces el campeonato de Muay Thai en su país.
Practica siete artes marciales
Yohanna siente pasión por la acción. Además de campeona mundial de Muay Thai, luce también el título de campeona de España de bricpol y es titulada en siete disciplinas de artes marciales, aunque es en el arte milenario del Muay Thai donde ha encontrado, además de un hobby, la mejor proyección a su filosofía de vida. «Es un deporte que te enseña disciplina, respeto y compañerismo», unos valores que tiene muy presentes cuando se viste de uniforme y de los que hace gala cuando está de patrulla. Sobre el ring lucha por mantenerse en pie y ser la mejor, fuera de él por ayudar a los demás. Con un postgrado de psicología especializada en violencia de género, durante un tiempo fue la encargada del seguimiento de las víctimas que llegaban a la Comandancia de León, pero ahora está dedicada a labores de seguridad ciudadana.
Detrás de esa fachada rocosa hay una mujer sensible que siempre levanta la mirada al cielo antes de cada combate para pedir ayuda a su madre, fallecida hace unos años. En Yohanna también hay una luchadora incansable que en enero conseguía la consideración de deportista de élite por parte de la Guardia Civil: «Supone una facilidad a la hora de afrontar las competiciones porque, antes, tenía que tirar de los descansos semanales, días de asuntos propios y de las vacaciones». Un reconocimiento que también ha ayudado a otros miembros de la Benemérita para llevar a España a lo más alto. Es el caso de sus compañeros Miguel Caballero y Luis Alberto Hernando, que en febrero daban al equipo español el primer oro en un campeonato mundial militar de invierno al vencer en Sochi (Rusia) en esquí de montaña.
A pesar de la férrea disciplina que muestra en su trabajo y en su vida deportiva, Yohanna, una mujer que transmite energía positiva en sus conversaciones, también se da en ocasiones el lujo de incumplir pequeñas reglas. Reconoce que en sus celebraciones no falta el chocolate, un alimento prohibido por el nutricionista que la cuida, y después de las competiciones siempre se come alguna onza. El pasado domingo, la ocasión merecía la pena más que nunca porque vio cumplido el sueño de proclamarse campeona de Muay Thai, un éxito que supone solo un punto y seguido porque ya tiene nuevas metas. «Mi próximo reto es repetir título en el campeonato de España de bricpol, que se celebrará en Benidorm en mayo», explica a este periódico.
Fuente: ABC
http://www.alertadigital.com/2017/03/26/yohanna-alonso-una-campeona-del-mundo-de-muay-thai-en-la-guardia-civil/
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