Aquel día había explotado una bomba en torno a las 13,15 h en el aeropuerto de Gran Canaria, cuya autoría se relacionó con el MPAIAC. Una segunda amenaza obligó al cierre del aeropuerto, por lo que varios aviones fueron desviados a Tenerife Norte, entre ellos los “Jumbos” de KLM (PH-BUF) y Pan Am (N736PA).
La estancia se prolongó hasta las 17 h, rodando por la pista principal primero el avión holandés, seguido del avión norteamericano. Había aparecido en la escena un factor determinante: una densa niebla, tan frecuente en el aeropuerto de Los Rodeos, que impidió la visibilidad desde la torre de control y la zona en la que se encontraban maniobrando las aeronaves.
De la investigación realizada, se sabe que el avión de KLM emprendió la carrera de despegue sin el permiso de la torre de control y cuando el avión de Pan Am aún no había concluido el desvío por una calle lateral en la pista por la que ambos circulaban en sentido contrario, de modo que los pilotos del primero de ellos no pudieron ver al segundo y se estima que advirtieron su presencia ocho segundos y medio antes del impacto, cuando ya era inevitable, ocurrido a las 17:06:50 UTC.
Todos los ocupantes del avión de KLM fallecieron (234 pasajeros y 14 tripulantes), mientras que en el avión de Pan Am hubo 61 supervivientes, entre los 378 pasajeros y 16 tripulantes y entre ellos el copiloto Robert Bragg, a quien conocimos en marzo de 2007 durante su estancia en Tenerife, con motivo del treinta aniversario de la tragedia, ocasión en la que se levantó un monumento conmemorativo en la Mesa Mota. Hace unos días ha fallecido, según hemos leído en el periódico La Opinión de Tenerife.
http://www.juancarlosdiazlorenzo.com/se-cumplen-40-anos-de-la-tragedia-de-los-rodeos/
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