lunes, 27 de marzo de 2017

El padre de Jhonander Ojeda sufraga su monolito ante la desidia institucional

Francisco Cabrera Ojeda, ayer, en la zona donde este domingo se colocará el monolito en memoria a su hijo en La Garita.
Jhonander Ojeda Alemán volverá a recibir este domingo un nuevo homenaje en La Garita casi dos años después de su muerte en el accidente aéreo del helicóptero Superpuma junto a sus compañeros en la trágica noche del 22 de octubre de 2015. Pero será, o al menos esa es la intención de su padre, Francisco Ojeda Cabrera, y allegados, un acto sencillo, sin presencia de políticos o perseguidores de fotos.
 Será por la mañana, en un horario por confirmar, probablemente al mediodía, cuando se le colocará en una pequeña glorieta situada en una escalinata justo enfrente al amplio mural donde se refleja su imagen, un monolito que refuerce aún más su memoria.
Una modesta escultura que sufragará íntegramente su padre, pese a que diversas administraciones públicas se ofrecieron en aquellos días de dolor y gran despliegue de medios de comunicación a financiarlo. Transcurrido el suficiente tiempo para haber cumplido su promesa, nada se ha hecho al respecto, explica Cabrera Ojeda quien, apoyado por vecinos del barrio costero, quiere hacer realidad un deseo surgido por el cariño y admiración que se tiene a Jhonander, el chico de la sonrisa en su cara y amigo de sus convecinos.
"Contamos con el permiso de Costas, que es la administración que tiene las competencias, para erigir el monolito en el lugar que indicamos", alega Francisco Ojeda, "en un lugar por el que él caminaba para llegar a la zona de la playa que más le gustaba".
Sin embargo, no es esta la principal preocupación del padre de Jhonander Ojeda, sino los comentarios utilizados por "familiares de otras víctimas de los dos accidentes donde estuvo mi hijo y que distorsionan lo que él hizo y dijo".
Francisco Ojeda asegura con rotundidad que "declaré en el juzgado a petición de otras familias, pero declaré lo mismo que mi hijo, al que encontré asustado cuando salió del despacho donde mantuvo la declaración con el general Javier Salto, que le hace hincapié en que no debe contar nada de lo sucedido a la prensa".
El padre del sargento fallecido recuerda que lo vio al salir de ese despacho "bastante nervioso y con lágrimas en los ojos y yo para intentar tranquilizarle le dije que igual le había intimidado y lo que firmó fue algún otro papel que igual podía haber sido una dieta de adelgazamiento, como declaro en el juzgado togado militar [23 de enero de 2017] y lo había firmado en shock después de tan larga angustia que había pasado y aun sabiendo que había perdido a sus cuatro compañeros [primer accidente del helicóptero, donde fue el único superviviente en marzo de 2014]. Pienso que eso es de animal".
Ojeda Cabrera destaca que su hijo le dijo unos días después "que falló una bengala y que estuvieron unos cuatro minutos a oscuras y cuando ya abortan la maniobra y se van del barco, pasados 30 segundos se escuchó un fuerte golpe o estruendo y pensó que podía ser del rotor de cola o de la transmisión del rotor principal, pero que no lo afirma, ya que este estruendo también lo oye la tripulación del barco, por lo que los mandos mandan a revisar el casco y la cubierta del Meteoro y así lo declara la tripulación". En su explicación, Francisco Ojeda argumenta que los familiares de las víctimas de ese primer accidente de un Superpuma pudo deberse a un fallo en el rotor de cola y la Citam (Comisión de investigación de accidente militares) cree que se debe a la desorientación de los pilotos después de un arriesgado ejercicio. "Pero mi hijo no sabía eso, no se encontraba en la cabina, iba como especialista de izado de grúa. No me presenté al principio como parte en esta tragedia porque mi hijo sobrevivió, pero ante la insistencia de los padres de las víctimas lo hago para que sepan la causa. Pero no entiendo por qué, porque la misma declaración ya la había hecho Jhonander anteriormente, es exactamente igual, no aporto nada, no voy a decir lo que realmente quiere que se diga, que fue el rotor de cola porque Jhonaner nunca me afirmó que lo fuera con seguridad. Nunca supo la causa de la tragedia".
El padre del sargento Ojeda Alemán considera extraño que la declaración de su hijo, el único superviviente del primer accidente militar, "haya desaparecido, por lo que no es cierto lo que se ha dicho en algún medio que mi hijo nunca había declarado, cuando sí lo hizo en esa comisión de investigación".
Asimismo, Francisco Ojeda, critica cómo se intentó escatimar a su hijo una medalla por su actuación en ese accidente, "dándole una que no se correspondía a lo estipulado en el real decreto que regula estas distinciones". En una carta enviada al entonces ministro de Defensa Pedro Morenés el 24 de diciembre de 2014, se le solicita que le concedan la Cruz del Mérito Aeronáutico con distintivo amarillo, como había recomendado su jefe de su Unidad, Fernando Rubín, en vez del distintitivo blanco, de menor rango, como le habían concedido.
En la carta, reproducida en esta página, Ojeda recuerda al ministro los méritos de su vástago y la norma a aplicar. Finalmente, logró lo solicitado, pero "Jhonander no pudo recogerla porque se pospuso su entrega para diciembre de 2015, pero él falleció el 22 de octubre de ese año en el accidente aéreo en el mismo día de su cumpleaños".
No obstante, el padre del sargento cree que hubo represalias de algún mando hacia su hijo por la declaración realizada y lo que contó a sus compañeros sobre el primer accidente y "se le intentó escatimar sus méritos. Ahora por desgracia, tiene dos distinciones, pero el sufrimiento que pasó durante meses fue espantoso". Cree, además, que "este es un tema muy serio para hablar a la ligera", por lo que pide respeto.
http://www.laprovincia.es/telde/2017/03/24/padre-jhonander-ojeda-sufraga-monolito/921379.html

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