La película ‘Tierra Hostil’, que cuenta la historia de un grupo de militares españoles cuyo helicóptero se accidentó en Afganistán, tendrá un guiño a la realidad cuanto menos curioso: el aparato que se ha utilizado para rodar las escenas del accidente es el mismo que sufrió el incidente en Bala Murghab. Tras años guardado en un hangar en Madrid, el Ejército de Tierra lo prestó a la productora.
En el caso del Superpuma del MEDEVAC -equipo de evacuación médica- accidentado en 2012 en la zona de Bala Murghab, la tripulación recibió orden de asegurar la zona y preparar la extracción del aparato. No se quería perder un Superpuma que, según las primeras valoraciones del personal en la zona del accidente, era técnicamente recuperable. Tan sólo había perdido las hélicesy había recibido ligeros daños en el fuselaje.
Fuentes militares consultadas por ECD no ocultan, además, la realidad económica de los presupuestos de Defensa en esos momentos y como afectaba esto al desarrollo de las misiones. Las cuentas del ministerio para 2012 eran las más restrictivas de todo el periodo de crisis, y los ajustes habían dejado a las Fuerzas Armadas con un presupuesto similar al del año 2000 –pero con muchos más compromisos internacionales que cumplir-.
El equipo del MEDEVAC había sido desplegado en la zona para asistir a unos militares norteamericanos heridos tras la explosión de una mina. Pero a partir de ese momento, su misión consistirá en proteger el Superpuma accidentado a la espera de que un Chinook llegue a la zona para extraer al aparato.
Sin embargo, el rescate no llegaría hasta primera hora de la mañana del día siguiente. El equipo de protección del Superpuma tuvo que enfrentarse durante horas a varias oleadas de ataques de la insurgencia local, incluso a disparos de lanzagrandas RPG.
Un rescate accidentado
El objetivo de la misión era rescatar sano y salvo el aparato, repararlo y volver a ponerlo en servicio. Sin embargo, lo complejo de la operación y algunos fallos humanos hicieron que todo el trabajo no sirviese de nada.
Según explican a El Confidencial Digital fuentes militares conocedoras de los detalles de aquel rescate, cuando los helicópteros Chinook llegaron hasta el lugar donde se encontraba el Superpuma lanzaron un cable con una eslinga –un gancho- para asegurar el aparato y trasladarlo de vuelta a la base.
El Superpuma tiene un soporte para colocar una eslinga en la base del rotor. Sin embargo, por las prisas y la tensión del entorno, el operador que aseguró el helicóptero lo enganchó a unas barras de estabilización. Cuando el aparato llegó a la base, los técnicos comprobaron que el cable –fabricado en kevlar, una fibra muy robusta- había destrozado el rotor. La avería era prácticamente irrecuperable –al menos con los medios disponibles en Afganistán-.
Además, explican estas voces, el traslado del Superpuma desde Bala Murghabhasta la base española se realizó en condiciones “muy penosas”, atravesando un valle con gran presencia de la insurgencia, y a velocidad muy lenta, “aproximadamente unos 50 nudos” –unos 100 km/h-.
Un helicóptero inservible
El mando español en Afganistán tomó la decisión de retornar el aparato a España para que fuese analizado y se determinase si era posible recuperarlo para el servicio. El traslado en avión tampoco estuvo exento de contratiempos. Los técnicos detectaron que el fuselaje del aparato no entraba en la bodega del avión contratado para su traslado y procedieron a cortar ‘sobrantes’ con una radial.
Cuando el helicóptero llegó a Torrejón, fue trasladado a la Maestranaza Aérea de Cuatro Vientos. Tras un análisis preliminar, los mecánicos de Cuatro Vientos dictaminaron que no había “nada que hacer” con el Superpuma. Los daños del accidente, más el destrozo durante su traslado y los ‘arreglos’ para meterlo en la cabina de una avión lo dejaron inservible.
Cubierto por una lona en Cuatro Vientos
El mando de la Maestranza Aérea dio orden de almacenarlo en un hangar de revisión a la espera de tomar una decisión definitiva sobre su desguace. Allí permaneció durante meses y meses, cubierto por una lona. Un paracaídas, según otras voces.
Hasta que llegó a Cuatro Vientos un equipo de la productora de ‘Tierra Hostil’, la película que se estrenará en marzo y que cuenta la historia de esas tensas horas entre el accidente y el rescate del Superpuma.
Rumbo al desierto de Almería por orden del JEME
Según cuentan a ECD fuentes militares, se les ofreció ver en vivo el aparato real que protagonizó la historia. Y tras conversar sobre ello, se valoró la posibilidad de prestar los restos del Superpuma para utilizarlos en el rodaje del film, que se iba a realizar en el desierto de Tabernas (Almería).
Una decisión así corresponde tomarla al Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra. Como el aparato no estaba sujeto a ningún tipo de proceso judicial ni investigación, el JEME autorizó su ‘préstamo’ a Tornasol Films para su uso en el rodaje.
Un camión góndola lo trasladó hasta la base de la Legión en Viator (Almería), donde se “adecentó” el helicóptero y se le pintó con los colores del Ejército de Tierra. Tras el proceso, fue trasladado hasta la zona del rodaje.
Recuperado para instrucción
Fuentes militares confirman que el helicóptero Superpuma que se ve en las imágenes de Tierra Hostil “es el mismo” que se estrelló en Afganistán en 2012. “Se interpreta a sí mismo” aseguran con cierta sorna voces militares.
Cuando el rodaje terminó, la productora devolvió el helicóptero al Ejército de Tierra. Según confirman fuentes de Tierra, el aparato fue desguazado –recuperando piezas que aún servían para otras unidades- y su cabina fue enviada a otra basepara realizar instrucción con ella.
http://www.elconfidencialdigital.com/defensa/increible-Black-Hawk-Derribado-protagonizar_0_2864713510.html
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