sábado, 10 de diciembre de 2016

La Villa de Moya acoge las XXIV Jornadas Micológicas de Gran Canaria


La Villa de Moya acoge este sábado las XXIV Jornadas Micológicas de Gran Canaria, con diferentes ponencias sobre las setas comestibles y tóxicas que se encuentran en los montes de la isla, además de recomendaciones para su identificación y recolección con garantías de salubridad. Se trata de una práctica en expansión en nuestra isla, donde llegado el otoño y la época de precipitaciones, cada vez más personas se aventuran a la búsqueda de hongos, misión para la que resulta fundamental contar con ciertos conocimientos previos que se ofrecerán en este evento. Unas jornadas organizadas desde el año 1988 por la Sociedad Micológica de Gran Canaria y, en esta ocasión, en colaboración con el Ayuntamiento norteño, que tendrán lugar en la Casa de la Cultura, de 17.30 a 19.15 horas.
“Es un honor para nuestro municipio acoger este evento que permitirá a los amantes de la micología ampliar los conocimientos sobre las setas y que quienes se estén iniciando en esta materia, sepan diferenciar qué hongos son comestibles y cuáles no, sin correr ningún riesgo”, manifestó Santiago Santana, concejal de Desarrollo Local, Agricultura y Ganadería del Ayuntamiento de la Villa de Moya. Quien añadió que “nosotros llevamos apostando desde hace varios años por este producto, creando incluso la marca Setas de Moya, en este caso de cultivo artesanal, que junto con la orografía y el clima de nuestro municipio, especialmente beneficioso para la proliferación silvestre de hongos, hacen que muchos moyenses se dediquen a esta práctica”. En este sentido, concluyó Santana, “siempre es interesante ampliar y renovar conocimientos que permitan conocer más en profundidad las características de las setas”.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Micológica de Gran Canaria, Vicente Escobio, explicó que en nuestra isla existen unas cuarenta especies de setas comestibles, entre las que se encuentran níscaros, champiñones, rebozuelos, amanitas o diferentes tipos de boletus; y unas veinticinco especies tóxicas, de las que se han identificado ocho que pueden llegar a ser mortales. “Se trata de especies muy similares a las que se recolectan en Europa y resulta muy raro encontrar venenosas y que a las personas les dé por comérselas”, aseguró Escobio, quien añadió que “en el caso de las tóxicas, como mal más grave se producen trastornos digestivos ligeros y poco más”.
Sin embargo, explicó Vicente Escobio, en micología no existen normas para diferenciar las setas que son aptas para el consumo humano de las que no, ya que “la única manera fiable es estudiándolas y conociéndolas, buscando en los libros, haciendo cursos, iniciarse con personas que ya tengan conocimientos y tener cuidado, no es conveniente guiarse por tal color o tal forma”. Si bien en Canarias, pese a que la orografía y el clima hacen posible que se desarrollen tanto especies propias de zonas atlánticas como mediterráneas y que la recolección es cada vez más frecuente, “hace veinticinco años nadie comía ni conocía las setas, no se valoraban como producto comestible” concluyó el presidente de la Sociedad Micológica, quien invita a asistir a las jornadas del sábado en la Villa de Moya.

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