El borrador de la nueva normativa prohíbe la acumulación para profesionalizar el sector
Hasta ahora algunos conductores disponían de varias autorizaciones
La norma exige un mínimo académico y controlará la publicidad sexista
Un conductor, una licencia. Esa es la consigna para el taxi que quiere implantar la Conselleria de Vertebración del Territorio y sobre ella pivotará la nueva Ley del Taxi que está coordinando la responsable de este departamento, María José Salvador. La intención del documento, que se presentó ayer tras la reunión del Consell del Taxi, es acabar con la acumulación de licencias y que cada conductor cuente con un solo permiso. Se terminaría así con una práctica que se ha consentido durante muchos años y que permitía a empresas disponer de diferentes licencias para operar. De hecho, una de las especificaciones del nuevo texto legal es que las autorizaciones estén vinculadas a personas físicas. «Queremos un sector más profesionalizado donde sea el propio titular de la autorización el que explote el servicio.Entendemos que esto redundará directamente en la calidad que se ofrece», explicó ayer Salvador durante la exposición de las líneas maestras del documento.
La restricción de licencias, sin embargo, no supondrá que los titulares no puedan contar «con conductores colaboradores o asalariados». Además, se dará un plazo de dos años en los casos de acumulación para que se haga la transmisión de licencias a personas físicas. El plazo será más amplio (hasta 10 años) en el caso de que se invierta en vehículos adaptados. Para 2017 debe haber un 5% de taxis adaptados (actualmente el porcentaje no llega al 1%) y la Conselleria dará margen a aquellos que dispongan de varias licencias para incrementar el parque móvil a las necesidades de accesibilidad. Actualmente, en Valencia existen 25 vehículos adaptados cuando debería haber 150. También habrá un capítulo dedicado a los alquileres, que se restringirán en la ley. De esta manera, se limitará la práctica de que taxistas jubilados pudieran mantener la pensión mientras sacaban un rendimiento por una licencia que mantenían activa. A partir de ahora, deberán venderla o transferirla.
La cuestión de las autorizaciones, sin embargo, no será la única novedad del borrador de la Conselleria. Además de incorporar un código de derechos y obligaciones y establecer un régimen de sanciones que pueden llegar hasta los 6.000 euros, el documento añade la necesidad de que los conductores dispongan de unos «mínimos académicos». Aunque la consellera no precisó cuál será el umbral mínimo para acceder a la licencia, desde la Federación del Taxi reivindican que se solicite al menos el graduado escolar.
Otra de las incorporaciones en el documento legal es la ampliación de plazas en algunos taxis. Así, en el régimen general se autorizarán vehículos de cinco plazas y hasta de siete si se trata de coches adaptados. Se añaden casos excepcionales, como en algunas zonas rurales, en los que se podría contemplar incluso taxis de nueve plazas como transporte a la demanda y de agrupación de viajeros.
Informe del sector
La Conselleria abordará igualmente la adjudicación del estudio del sector del taxi en la Comunidad para hacer un diagnóstico certero de la situación y del servicio con el que implementar medidas sobre la oferta, la calidad del servicio, las áreas de prestación conjunta o aspectos tecnológicos. Estos aspectos se incluirán en el reglamento que se desarrollará posteriormente a la redacción de la ley. Un documento en el que tambiénquedarán constatados el calendario laboral, el régimen de descansos o controles para evitar anuncios o publicidad sexista./El Mundo
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