Un símbolo en extinción El jaguar es un felino que se encuentra en serio peligro de extinción; de haber sido el rey de las junglas americanas se ha dado por extinguido en países como El Salvador y Uruguay y hoy son pocos los especímenes en libertad que hay de esta especie.
Es el símbolo de la amazonia aunque su hábitat originariamente se extendía desde la Patagonia argentina y chilena (donde también se ha extinguido) hasta los tupidos bosques de México (allí aun quedan algunos individuos bajo estrecha vigilancia y protección).
La causa de la desaparición de este gran felino llamado según las zonas yaguar, jaguar o jaguareté (en guaraní) es la pérdida de su hábitat por la deforestación y la urbanización desmedida de sus zonas de caza. Un jaguar (Panthera onca) puede llegar a vivir entre 12 y 15 años en libertad y hasta 25 en cautiverio (es de los más longevos de la familia de los felinos) y su peso promedio oscila entre los 60 y los 100 kilos (se han encontrado machos de hasta 150); las hembras son un 20 % menos voluminosas que sus parejas del sexo opuesto.
Es el félido más grande de las américas seguido por el puma y el tercero en tamaño a nivel mundial tras el león y el tigre. Son seres solitarios que solo se juntan para aparearse y hábiles cazadores. En cada camada la madre puede dar a luz de 1 a 4 crías, aunque el promedio es de dos.
Una mala idea Rio de Janeiro se apresta a recibir a principios de agosto a cientos de miles de personas que participarán en la Olimpíadas Rio 2016. Como no les alcanzaba con los problemas que ya tienen del temor generado por el Zika, se inventan espectáculos lamentables con animales salvajes encadenados. Los organizadores pensaron que el hecho de que la llama olímpica pasara cerca de un jaguar, en la ciudad amazónica de Manaos sería una idea genial. Este animal no solo es el símbolo del lugar sino que también es la mascota olímpica del país, ya que “Ginga” es un jaguar que baila capoeira (una danza-arte marcial típica del país).
Para ello colocaron a Yuma atada con cadenas de tal modo que pudiera ser fotografiada por la prensa local y mundial cuando la llama olímpica pasara cerca de ella. Con lo que no contaron es con que estos animales son felinos enormes de carácter bastante particular y que podía reaccionar de manera agresiva ante tanta gente y movimiento a su alrededor. Y eso fue lo que efectivamente pasó. Como era lógico la jaguar se puso nerviosa, se sintió acorralada y acosada, fuera de su espacio y dicen que se escapó y amenazó a un veterinario que se supone estaba allí para cuidarle.
Aparentemente se le tiraron cuatro dardos tranquilizantes que no le hicieron el menor efecto, lo cual es lógico en un animal que está sobrexcitado, nervioso y asustado. Al ver que no se la podía controlar, la autoridad pertinente del ejército brasileño ordenó dispararle balas de verdad. Yuma fue abatida a tiros por una sinrazón, porque en primer lugar no debería haber estado allí y menos atada con cadenas. La excusa es que se pretendía proteger a las personas y por eso se tomó esa medida tan drástica, que el coronel que dio la orden calificó de “muy triste”.
El comité organizador olímpico local dijo en un comunicado que se había cometido un gran error al hacer que la antorcha olímpica que es un símbolo de unidad y paz se exhibiera al lado de un animal salvaje encadenado. Y luego garantizaron “que no habrá más incidentes de este tipo en Río 2016."
Reacciones inmediata "Cuando será el día en el que las personas e instituciones detengan esta necesidad enfermiza de mostrar su poder y control mediante el confinamiento y la domesticación de animales salvajes?" dijo Unión Animal Freedom, un grupo que defiende los derechos de los en Río de janeiro en su página de Facebook. Mostrar a Yuma en el evento fue ilegal, según Ipaam, la autoridad ambiental del gobierno del estado de Amazonas que supervisa el uso de animales salvajes. "Nunca se hizo la petición correspondiente que autorizara la participación del jaguar en el paso de la antorcha olímpica," dijo la institución en un comunicado. Tanto Ipaam como los militares están investigando el incidente.
Asociaciones, ONG´s y animalistas de todo el mundo han presentado todo tipo de protestas al respecto, pero Yuma ha sido sacrificada como lo fue hace pocos días Harambe y tantos otros, en aras de que el ser humano se lo pase bien un rato a costa del sufrimiento de estos animales de por vida.
Triste final No por previsible para cualquiera que tenga dos dedos de frente, es menos triste el final de este animal, que jamás fue libre y salvaje, que es para lo que nació y acabó acribillada a balazos mientras se moría de miedo y tenía la reacción lógica de cualquier animal que se siente acosado, defenderse. Descansa en paz Yuma, nunca mereciste la vida que te tocó y mucho menos morir como lo hiciste. Hoy muchos seres humanos sentimos una profunda vergüenza ajena.
Fuente: medio ambiente
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