Esther González, miembro de Podemos Telde y concejal de Se Puede Ganar Telde
Uno de los principales retos del próximo gobierno será la creación de empleo. Pero no simplemente “empleo” sino empleo digno. Las sucesivas reformas que ha sufrido la legislación laboral nos han dejado un mercado de trabajo caracterizado por una elevada tasa de paro y por la precarización del empleo. El próximo 20 de diciembre tenemos la oportunidad de elegir qué rumbo queremos que lleve nuestro mercado laboral.
Uno de los principales retos del próximo gobierno será la creación de empleo. Pero no simplemente “empleo” sino empleo digno. Las sucesivas reformas que ha sufrido la legislación laboral nos han dejado un mercado de trabajo caracterizado por una elevada tasa de paro y por la precarización del empleo. El próximo 20 de diciembre tenemos la oportunidad de elegir qué rumbo queremos que lleve nuestro mercado laboral.
Existen dos fuentes diferenciadas a la hora de estudiar el mercado laboral, el paro registrado y la encuesta de población activa. El paro registrado viene determinado por el número de personas que están inscritas como demandantes de empleo en el Servicio Público de Empleo con excepción de determinados colectivos (estudiantes que busquen primer empleo, demandantes buscan empleo con una jornada laboral inferior a 12 horas semanales o de una duración inferior a tres meses, etc.) que en virtud de una Orden Ministerial de 11 de marzo de 1985 no son considerados desempleadas-os pese a estar registradas-os. La EPA es una encuesta que se realiza con estándares europeos siguiendo los criterios de la Organización Internacional del Trabajo y ofrece una visión más detallada del mercado laboral.
Cuando se habla de cifras de empleo, es fundamental precisar la fuente que se utiliza, así como la variación que se ha tenido en cuenta (interanual, trimestral…) de lo contrario, no tenemos forma de comprobar los datos para verificar si realmente nos dicen la verdad o no. A esto juega el PP, lanza el titular pero no dice de dónde salen los datos. Lo cierto es que, en noviembre de 2011 había 17,248.530 afiliados a la Seguridad Social mientras que en noviembre de 2015 este número descendió hasta los 17,223.086. Es decir, 25.444 trabajadores menos que cuando el PP llegó al poder. Estos datos están recogidos en la página web del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Huelga recordar que las cotizaciones de las-os trabajadoras-es son las que financian las pensiones. A menor número de personas trabajando, menor recaudación lo que significa seguir esquilmando la ya mermada “hucha de las pensiones”.
Sin embargo y a pesar de que en términos globales se ha destruido empleo en estos últimos cuatro años, sí que ha bajado el desempleo. Cuando nos dicen que hay menos población en paro, lo primero que pensamos es que se ha creado empleo, pero con el PP al frente eso no es así. Por ejemplo, supongamos un pequeño pueblo en el que la población activa (personas en edad de trabajar) es de 100 personas, de las cuales 30 están en paro. Esto nos da una tasa de desempleo de un 30%. Pasado un tiempo sin encontrar trabajo 10 de éstos desempleados deciden irse a buscar empleo a otro pueblo. Esto nos dejaría una población activa de 90 personas, un total de 20 desempleados y una tasa de desempleo de un 22,22%. Una reducción de casi ocho puntos porcentuales, sin embargo, no hay creación de empleo. Esto es lo que ha hecho el PP, reducir el paro por medio de la reducción de la población activa. Atendiendo a los datos de la EPA de tercer trimestre de 2011 (justo la anterior a la entrada del PP en el gobierno) y la de tercer trimestre de 2015 (la última antes de finalizar la legislatura) la población activa ha pasado de 23,482.500 a 22,899.500, es decir 583.000 personas menos. El verdadero éxito del PP para reducir el desempleo ha sido conseguir que la población en edad de trabajar desista de seguir buscando empleo o emigre a otro país.
El PSOE por su parte, ha ido dando tumbos en relación a la reforma laboral de 2012 del PP. Inicialmente afirmaron que la derogarían en su totalidad en cuanto llegaran al gobierno. A medida que se acercaban las elecciones fueron matizando el mensaje y abogaban por derogar sólo determinados aspectos. Finalmente y tras un largo debate en el partido, proponen una derogación total en diferentes fases.
Pretenden desde el PSOE que olvidemos que fueron precisamente ellas-os quienes abrieron la puerta al abaratamiento del despido o a restarle capacidad a la negociación colectiva facilitando el descuelgue, con la reforma que aprobaron en 2010. Incluyeron incluso en ésta reforma la posibilidad de despedir de forma objetiva (con 20 días de indemnización) por causas económicas, no sólo cuando las empresas tengan pérdidas sino también cuando prevean tenerlas o tengan una persistente caída de ingresos. En plena situación de crisis/estafa financiera, toda una barra libre de despido barato. No contentos con eso y para reducir aún más el coste del despido para el empresario, el PSOE incluyó en esta reforma la posibilidad de que parte de la indemnización fuera pagada por el Fondo de Garantía Salarial.
El PSOE quiere ofrecer una imagen renovada pero por mucho que lo intente, no deja de ser un partido rehén de los grandes bancos. Y el que paga, manda. No olvidemos que una de las últimas cosas que hizo el gobierno del PSOE en noviembre de 2011, estando en funciones tras haber perdido las elecciones, fue indultar a Alfredo Sáenz, consejero delegado del Banco Santander, una de las entidades financieras que había condonado deudas al partido.
Necesitamos nuevas opciones que den un giro de 180º a esta tendencia a una precarización cada vez más profunda del mercado laboral. Pero es necesario un cambio de verdad que no pueden ofrecer los nuevos partidos que funcionan con el guión de la vieja política. Uno de los grandes problemas es la dualidad laboral y la excesiva temporalidad. En Ciudadanos han encontrado la solución para acabar con este problema; poner un único contrato y llamarle indefinido. Al parecer para Ciudadanos lo que da protección al trabajador es el nombre del contrato, ya que con lo que proponen será necesario trabajar 8 años para poder tener derecho a una indemnización equivalente a la que existe actualmente. Incluso inicialmente este contrato único tiene unas condiciones más precarias que los vigentes contratos temporales, ya que de los 12 días actuales de indemnización por finalización de contrato se pasaría a 8 días. Menor protección pero eso sí, el trabajador estará más “seguro” porque su contrato se llama indefinido. Al igual que cuando nos hablan de reformas por no decir recortes o crecimiento negativo por no decir decrecimiento, parece que Ciudadanos ha aprendido bien la lección de la vieja política y su utilización del lenguaje para maquillar sus mensajes. Casualmente, por este sistema de contrato único han abogado también la fundación FAES o la Fundación BBVA.
Achacar a cuestiones burocráticas o a la cantidad de modelos de contratación vigentes la ineficiencia del mercado laboral, es hacer un análisis simplista y absurdo. Pretender tratar el mercado de trabajo como un ente aislado e independiente del devenir económico es propio de quienes gustan de hacerse trampas al solitario. Si una empresa no tiene clientela a la que ofrecer sus productos o servicios, no contratará trabajadores, independientemente de lo simple o complejo que sea el proceso de contratación.
Es necesario avanzar hacia un nuevo modelo productivo, incrementar la inversión en I+D+i, reindustrializar el país y apostar de forma decidida por las energías renovables. La construcción y el turismo ya han demostrado ser sectores muy volubles a los vaivenes económicos por lo que no pueden continuar siendo la base del modelo productivo. Es fundamental una transición hacia las energías renovables, que reduzca la dependencia energética que tenemos del exterior y que abarate costes. De este modo no sólo se crearían empleos directos sino también indirectos ya que esta disminución de costes incrementaría los beneficios de las empresas que por tanto tendrán más capacidad para contratar.
El elevado coste energético es una de las causas más importantes de la ineficiencia de nuestro mercado laboral. Antes de la entrada de España en el euro, en época de crisis financiera se devaluaba la moneda para poder competir en el exterior, al no ser posible hacerlo ahora, los gobiernos del PSOE y del PP decidieron devaluar a las-os trabajadoras-es precarizando las condiciones de trabajo para así ahorrar costes laborales. Sin embargo, en muchos casos el incremento del coste energético se ha “comido” este ahorro. PODEMOS propone un Plan Nacional de Transición Energética que no sólo creará empleo estable sino que también supondrá un ahorro de costes que favorecerá la inversión y reindustrialización del país.
Asimismo y teniendo en cuenta que el tejido empresarial español está constituido fundamentalmente por pymes y autónomos que dependen principalmente de la demanda interna, PODEMOS propone un aumento del salario mínimo interprofesional que incremente la capacidad adquisitiva de las familias. De este modo se consumirá más y se generará empleo.
PODEMOS derogará no sólo la reforma laboral del PP sino también la del PSOE. Estas reformas sólo han servido para precarizar el empleo y a las-os trabajadoras-es, con la excusa de ser más competitivos de cara al exterior. Nuestras-os “experimentadas-os” gobernantes han apostado por competir externamente en costes, algo que en una economía global es una batalla que tenemos perdida ya que siempre habrá algún país con costes laborales inferiores a los nuestros.
Abogamos por un nuevo modelo de relaciones laborales con el que Derecho del Trabajo recupere el carácter tuitivo que tenía. El próximo día 20, tenemos la oportunidad de elegir continuar por esta senda de precarización y recorte de derechos o avanzar hacia el empleo estable, de calidad y en el que las personas sean el centro. Tenemos la oportunidad, el momento Es Ahora. Si Se Puede!
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