El sector turístico constituye un elemento económico estratégico en el Archipiélago Canario en general y en Fuerteventura en particular, dato que creo no se le escapa a nadie.
La singularidad de Fuerteventura debido a sus características naturales y a su rica cultura en valores y tradiciones ha convertido a este sector en el impulsor de la actividad económica.
Mantener la posición preferente de Fuerteventura en este ámbito obliga a su reposicionamiento y para ello resulta necesario dirigir nuestros esfuerzos a atraer un turismo centrado en los recursos naturales, poniéndolos previamente en valor y potenciando los beneficios que reportan. Este planteamiento supone concebir al resto de sectores desde la óptica del turismo y, por lo tanto, con un enfoque diferente e integral, que permita la creación de sinergias entre todos ellos.
En este sentido, la agricultura, la pesca y la ganadería deben ser percibidas como una actividad de producción auténtica a integrar en el turismo (productos y procesos). El turismo es un escenario integral de exposición pero debe ser reinventado desde un proceso integral de innovación en todas las ramas que lo vertebran, utilizando, entre otros, el activo gastronómico como elemento adicional que otorgue una experiencia única y diferenciada al turista, basada en los recursos ganaderos, pesqueros y agrícolas. Y siendo consecuentes con lo expuesto, surge como necesario potenciar la cooperación en el sector primario y su acercamiento al secundario, con el fin de ampliar la oferta de productos transformados que puedan ser posteriormente ofrecidos al sector turístico, poniendo en valor las bondades y singularidades de los productos agroalimentarios majoreros, diferenciando la producción local original de aquellas que se hacen pasar por tal, lo que permitirá a su vez combatir de forma enérgica el fraude existente en este ámbito.
La gastronomía es, sin duda, uno de los pilares del turismo experiencial de este siglo, y lo es hasta el punto que se erige como uno de los principales elementos críticos a considerar por el turista a la hora de seleccionar el destino de sus vacaciones. No se puede concebir la experiencia vacacional sin considerar el factor gastronómico: incorporar los ingredientes locales como el queso majorero, el tomate o el pescado fresco y en base a ellos generar nuevas recetas adaptadas a los gustos internacionales, con un estricto control de calidad pero también de costes para obtener modelos altamente rentables es la meta pendiente en Fuerteventura y el reto a perseguir y lograr. La gastronomía es de los principales recursos de los turistas para conocer mejor la cultura del lugar, de modo que el enriquecimiento de la oferta gastronómica es una estrategia fundamental para posicionar un destino en la mente del viajero, pero al mismo tiempo es necesario hacer visible esa oferta y comercializarla adecuadamente, convirtiendo este soporte en importante para atraer a un turismo de calidad, sensible y curioso, que es en última instancia el que persigue atraer un destino como el nuestro.
José Cabrera Noda
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