El pasado martes, un equipo de grabación ruso vivió una escena insólita y propia de película mientras rodaban una escena en la calle. El equipo al completo grababa la escena de una toma de rehenes en la que un hombre retenía a una mujer y la amenazaba con una pistola. Rápidamente, se ve cómo en el escenario aparece un supuesto soldado que, sigilosamente, se acerca hacia el agresor y lo inmoviliza contra el suelo.
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