Fue víctima de una emboscada. Concepción Reguera Peón, Conchi, de 38 años, murió ayer de madrugada en plena calle, a escasos veinte metros del portal de su vivienda en Ponte Sampaio (Pontevedra), como consecuencia de las puñaladas que supuestamente le asestó quien hasta hace no mucho tiempo había ocupado su corazón, su exnovio José Antonio Lusquiños Bustelo, Coco, de 34.
El cuerpo de la pontevedresa yacía sobre el asfalto en las proximidades de un paso de cebra, en el entorno del cruce que conduce al lugar de Acevedo. Estaba a menos de cien metros del puente de Ponte Sampaio, paso obligado para los peregrinos que recorren el Camino de Santiago Portugués. «Estaba cosida a puñaladas», manifestó un allegado, extremo que vinieron a ratificar de alguna manera desde la Delegación del Gobierno al señalar que el cuerpo «presentaba lesiones de arma blanca».
De este modo, y a falta de conocer la versión del detenido, la principal hipótesis que se maneja en el seno de la Comisaría de Pontevedra es que Lusquiños Bustelo, presumiblemente, aprovechó la noche para esperar a la que había sido su compañera sentimental y la abordó cuando se bajaba del coche.
El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) donde, ya ayer por la mañana, se le practicó la autopsia que confirmó que la muerte fue consecuencia de las puñaladas recibidas. Por otro lado, tendrá que concretar si la fallecida tiene o no algún tipo de herida defensiva.
Hasta la rúa da Ponte se desplazaron patrullas de la Policía Nacional y una ambulancia, cuyo personal no pudo hacer otra cosa más que certificar el fatal desenlace. Inmediatamente, se activó un dispositivo para localizar al principal sospechoso, dando aviso a las comisarías y puestos de la Guardia Civil de la provincia de Pontevedra.
Uno de los puntos donde se extremó la vigilancia es en la casa que la familia de José Antonio Lusquiños posee en el lugar de A Pedreira, en el vecino municipio de Soutomaior.
Allí, agentes del instituto armado localizaron al sospechoso, quien, en principio, no opuso resistencia. Los investigadores recabaron algunas pruebas e indicios, pero parece que de momento no han podido localizar el arma del crimen.
Esposado a la espalda, vistiendo un pantalón de pijama y un jersey, y cubriendo su rostro con un gorro, José Antonio Lusquiños fue trasladado hasta el puesto de Soutomaior, donde aguardó hasta la llegada del coche de la Policía Local que lo llevó hasta Pontevedra. Se espera que en próximas horas sea puesto a disposición del titular del juzgado de guardia, quien posiblemente se inhibirá en favor de la jueza de instrucción con competencia en materia de violencia sobre la mujer.
Horas después, la hermana de Lusquiños Bustelo dejaba entrever a través de las redes sociales el drama que también les toca vivir. Tras hacerse eco de un emotivo texto dedicado a Conchi y titulado «La familia no se escoge», esta vecina de Soutomaior aseguraba que, «sinceramente, siempre supe que acabaría en la cárcel, pero nunca pude imaginar que por algo como esto. Ojalá existiera la cadena perpetua».
Desde el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia precisaron que «no constan denuncias previas de la víctima con respecto al detenido». En todo caso, de nuevo, la de ayer fue una jornada aciaga. Al crimen de Concepción Reguera, quinta fallecida en lo que va de año por violencia machista en Galicia, se sumó la muerte de una finlandesa a manos, supuestamente, de su marido en la localidad malagueña de Fuengirola.
Tanto la Xunta, como los Concellos de Pontevedra y Soutomaior, y la Diputación de Pontevedra mostraron su consternación, mientras que los vecinos de Conchi han convocado para hoy una concentración a las puertas de su vivienda.
FUENTE : http://www.lavozdegalicia.es/noticia/galicia/2015/10/25/detenido-crimen-machista-espero-victima-apunalarla/0003_201510G25P6991.htm?piano_t=1
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